La llegada del frío y el mal tiempo trae consigo algunos cambios para los conductores. Con la lluvia, el hielo o la nieve, circular se complica y son necesarias más precauciones. La Guardia Civil intensifica entonces sus controles para vigilar que los vehículos estén en condiciones óptimas para la conducción invernal. Incumplir ciertos requisitos puede salir muy caro. Aunque excesos de velocidad y distracciones al volante siguen estando a la orden del día durante todo el año, lo cierto es que en época invernal la Benemérita presta especial atención al estado de los automóviles. En este artículo te contaremos los motivos por el cual Guardia Civil puede sancionarte con una cuantiosa multa.
1Multa de la Guardia Civil: neumáticos sin suficiente profundidad

Uno de los elementos fundamentales y que la Guardia Civil comprueba rutinariamente en sus controles es el estado de los neumáticos. La profundidad mínima permitida del dibujo es de 1,6 milímetros, y circular sin alcanzarlo puede suponer una multa de 200 euros. Además, si la profundidad es inferior a 1,6 mm aumenta el riesgo de aquaplaning o deslizamiento sobre calzadas mojadas. Y teniendo en cuenta las frecuentes lluvias invernales, es un peligro añadido que nos puede salir aún más caro.