La deriva de Unidas Podemos cada vez es más decadente, si bien con la adhesión a Sumar han salvado un match-point no pueden evitar ser ya una fuerza residual dentro de la gran coalición de izquierdas como es la formación de Yolanda Díaz.
Tras la salida de Unidas Podemos del gobierno central y de buena parte de los gobierno autonómicos, la formación morada ha comunicado la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por el que prevé cerrar nueve de sus delegaciones territoriales (Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cantabria, Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana) y despedir a la mitad de su plantilla, incluyendo la reducción a la mitad de su plantilla de la sede central.
De esta manera lo comunicó la formación morada en una carta remitida a sus trabajadores el pasado 24 de julio. En la misiva Podemos asume su cambio de rol y la entrada «a un nuevo escenario» que deriva de los malos resultados electorales tanto en las generales como en las municipales, lo que ha conllevado una notable reducción de ingresos. La cual, tras una «valoración inicial» rondaría el 70% a nivel estatal y un 90% a nivel autonómico.

Lo que ha llevado al partido dirigido por Ione Belarra a encarar una «profunda reorganización del partido en todos los ámbitos» para hacer frente «al descenso de recursos que esto supone».
«Dicha reducción de ingresos lleva aparejada la necesidad ineludible de adaptar a los mismos los gastos de toda índole, incluidos los laborales, que en el caso de los territorios afectados implicará la extinción de los contratos y el cierre de los centros de trabajo y, en estatal, una reducción de la plantilla», ha informado Unidas Podemos.
Aludiendo a «razones económicas, técnicas y organizativas», la formación morada prevé que el ERE afecte a 45 trabajadores de los 61 con los que cuenta el partido. Y serán ahora los sindicatos quienes pongan sobre la mesa las condiciones de los despidos «La Organización queda a disposición de las compañeras y los compañeros con la convicción de que entre todas seremos capaces de encontrar las mejores soluciones para impulsar de nuevo a nuestra organización, a nivel autonómico y estatal, con la certeza de que seguir conquistando derechos es posible».
Los resultados que han mandado al paro a parte de la plantilla de Unidas Podemos
Esta situación viene provocada por el mal resultado que logró la formación morada tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28M, en ellas Unidas Podemos perdió 32 de sus 47 diputados autonómicos, quedando sólo 15.
Con estos resultados, Unidas Podemos desaparecía de los gobiernos de la Comunidad de Madrid donde pasaba de 10 diputados a cero. En la Comunidad Valenciana perdieron sus ochos representantes en la Generalitat, misma situación que en Canarias, donde también perdieron su representación.
En Asturias la formación morada logró retener un diputado de los cuatro que tenía. En Aragón también mantuvieron a uno, de los cinco representantes. En las Islas Baleares pasaron de seis a dos.
Más positivos fueron los resultados de Murcia y La Rioja donde mantuvieron los dos escaños que tenían en ambas cámaras. En Extremadura también mantuvieron los cuatro escaños que tenían con Irene De Miguel al frente. Mientras que en Navarra, pese a no ser fundamentales, podrían facilitar el acuerdo de María Chivite (PSOE) con Bildu.
Sin embargo aún quedaban las generales del 23J, en ellas Sumar, donde ya se encontraba Podemos tras aceptar los vetos a Irene Montero y firmar el acuerdo sobre la bocina, sumó 31 escaños y 3.014.006 de votos. Peores resultados que Unidas Podemos en 2019 cuando los morados lograron 35 escaños y 3.119.364 de votos.
Con estos resultados Unidas Podemos perdía 30 escaños y pasaba de los 35 de 2019 a los cinco de 2023.