Si hay algo ampliamente aceptado en España, es que disfrutar de unas croquetas es uno de los mayores placeres en este mundo. Estas delicias culinarias lo tienen todo: un sabor exquisito y adaptable a todos los paladares, ya que se pueden preparar con una amplia variedad de ingredientes. La suavidad de su relleno contrasta con el crujiente del exterior, lo que les confiere una textura única. Además, los ingredientes necesarios para su preparación suelen ser económicos.
El único inconveniente, por ponerle alguna pega, es que muchas personas consideran que al llevar bechamel, no son un plato muy saludable. Por esta razón, para aquellos que comparten esta opinión pero no quieren privarse de este manjar, en este artículo presentamos varias claves para preparar unas croquetas sin bechamel. Desde los ingredientes y las proporciones necesarias, hasta el paso a paso de la preparación y sugerencias de acompañamiento.
7Evolución de las croquetas

A medida que las croquetas viajaban por el continente, cada país adoptaba su propia versión y añadía ingredientes típicos de su cocina. En España, por ejemplo, se popularizaron las croquetas de jamón ibérico, bacalao o pollo, mientras que en Italia se crearon las croquetas de risotto o mozzarella. En América Latina, las croquetas de papa y carne se convirtieron en un clásico de las mesas familiares. La versatilidad de las croquetas permitió la experimentación y la adaptación a los sabores locales, convirtiéndose en un símbolo de la creatividad culinaria.
Las croquetas han recorrido un largo camino desde su origen en la cocina francesa del siglo XVIII. Hoy en día, estas pequeñas delicias se encuentran en las cartas de restaurantes de todo el mundo, desde pequeñas tabernas hasta establecimientos gourmet. Su popularidad se debe a su sabor exquisito y su versatilidad, ya que se pueden adaptar a diferentes ingredientes y preparaciones. Ya sean de carne, pescado, verduras o incluso dulces, las croquetas continúan siendo un bocado irresistible que nos conecta con la rica tradición culinaria de cada cultura. Así que la próxima vez que disfrutes de unas croquetas, recuerda que estás saboreando un pedacito de historia gastronómica.