No siempre que se va al cine es necesario pensar que nuestra vida tiene que cambiar. En ocasiones una distracción de un par de horas, que permita olvidar lo complicado de nuestras rutinas. Eso parece ser el único objetivo de ‘Dungeons And Dragons: Honor entre ladrones’ dirigida por Jonathan Goldstein y John Francis Daley (el duo tras ‘Noche de juegos’), que utiliza el icónico juego de rol diseñado por Gary Gygax y Dave Arneson en los años 70 como base para llevar la fórmula de ‘Guardianes de la Galaxia’ de la ciencia ficción a la fantasía.
Es una cinta ligera, entretenida con un par de escenas de acción muy bien pensadas, en especial una persecución de una sola toma cerca del final del primer acto y con un elenco carismático que eleva el material por con una química con la que es muy fácil. Es el mejor ejemplo de cinta palomitera de lo últimos años. Una descendiente de cintas de aventuras como ‘La princesa prometida’ o ‘Piratas del caribe: La maldición del Perla Negra’ y que comparte su simple ambición: entretener.
UNA «COMUNIDAD» NO TAN SERIA
Desde siempre ‘Calabozos y Dragones’ ha sido una franquicia que bebe bastante de la obra de Tolkien. Pero a diferencia del grupo de personajes creado del Señor de los Anillos estos son mucho más exagerados, llevando sus arquetipos al extremo. Es el caso de Edgin Darvis (Chris Pine) un punto medio entre ladrón y bardo que vive de su inteligencia y carisma aunque no es capaz de ganar una pelea por su cuenta, Holga Kilgore (Michelle Rodríguez) una bárbara que el músculo del grupo, Doric (Sophia Lillis) una druida que se camufla entre animales y Simon Aumar (Justice Smith) un Gandalf bastante inútil.
Si parecen cliches es que lo son, es que cada uno representa una de las clases sobres las que está construido el juego original. Por supuesto hay personajes que salen de estas descripciones, como es Hugh Grant en modo completo imbécil o Regé-Jean Page y que sale directo de Bridgerton para sumarse a un par de escenas de acción claves. Lo cierto es que el elenco es puro carisma, aunque es evidente que su dinámica está inspirada en las cintas de ciencia ficción de James Gunn.
‘DUNGEONS AND DRAGONS: HONOR ENTRE LADRONES’: UN NUEVO RESPIRO PARA EL GÉNERO DE FANTASÍA EN LA GRAN PANTALLA
Lo cierto es que desde aquel golpe doble que fue la llegada a la gran pantalla de ‘El Señor de los Anillos’ y ‘Harry Potter’ no habíamos tenido una historia de fantasía pura y dura en la gran pantalla que capturara la imaginación de la audiencia. Por fortuna la improvisación natural que sale de adaptar una propiedad dedicada precisamente diseñada para crear mundos y que otros cuenten sus historias funciona como buena base para la aventura.
Al mismo tiempo es quizás una cinta demasiado ligera. Si bien dura dos horas, porque hoy en día todo tiene que durar al menos dos horas, pareciera que no hubiese suficiente historia para llenarlas completas, por lo que en momentos los personajes se ven atrapados en aventuras sin demasiada dirección. Sin embargo, es posible que esto esté en el espíritu de una campaña del juego, de hecho quienes en la sala estaban haciendo cosplay parecieron disfrutar de estos momentos más que algunos de los eventos clave de la historia.
En cualquier caso también es evidente que estamos frente a lo que se espera sea la primera parte de una franquicia. Aunque la cinta tiene un inicio, un desarrollo y un final que no requieren conocimiento previo o posterior para disfrutarla no hay duda de que hay un par de semillas plantadas con la idea de que se pueda hacer una secuela si el estudio o los directores quieren hacerlo, y la taquilla demuestra el interés.
Pero de momento ‘Dungeons And Dragons: Honor entre ladrones’ es una buena distracción. Ahora que las temperaturas empiezan a cambiar es una buena excusa para entrar a una sala con aire acondicionado un par de horas, reírse con un balde de palomitas y un refresco y emocionarse con las escenas de acción. En ocasiones solo eso es más que suficiente.