Perspectiva, mente sucia, o poca atención... Si es que da igual, lo que digamos, nos dejamos llevar por la primera impresión. Y esto solo es una muestra de lo que nuestra mente hace con nosotros y de cómo nos juega malas pasadas.
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7¡Oh dios mío!
Pero mujer, ¿no ves lo que tienes ahí? ¡Si es que tienes el fuego apagado, alma de Dios! Eso es lo que le debió decir alguien, porque esto es la esencia del postureo. Si sois hombres, probablemente estaréis mirando aún la pechugonalidad, pero os decimos que por mucho que babeeis, no probaréis nunca lo que esté cocinando ella a fuego frío.
Porque las apariencias engañan, y más en la fotografía. Todos queremos mostrar vidas interesantes, cuando en realidad todos somos unos tristes que no sabemos dónde meternos.
[nextpage title="El rey de la casa"]
