Hay momentos históricos que ni siquiera sabes que lo van a ser. Entonces, se hace una fotografía, que puede pasar a la posteridad, o ser desconocida. Y aquí hay un poco de todo eso.
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Tutankamon
Esta es la puerta que lleva a la sala donde descansaba Tutankamon. Es algo impresionante, más que nada porque está totalmente cerrado. Vamos, que aquí todavía esa maldición sobre la que avisaban, no estaba activa. Esta fotografía no es muy conocida, pero es impresionante, porque precede a un momento histórico.
Y es que no todos los días se procede a abrir la tumba de un faraón, por muy maldito que esté. Es algo que se hizo muy famoso, y que aún hoy en día, muchos pagarían por ir allí y ver esa tumba en persona.
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Zapatos nuevos
La expresión de «es como un niño con zapatos nuevos» probablemente venga de aquí. Porque en períodos de guerra, donde todo escasea, tener algo nuevo es algo único, que hay que disfrutar y aprovechar. Y es triste que sean zapatos, que algo tan básico como eso sea el motivo de alegría, pero aún así, no podemos dejar de estar maravillados con esta foto.
Es la inocencia personificada y la alegría pura de un niño maravillado. Y es algo que no se puede pagar, desde luego. Y que es difícil de captar en períodos duros como las guerras.
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Tratamiento con animales
Nos encanta esta foto. Es cuando se comenzó a tratar a los niños en los hospitales con terapia con animales. Es algo que alegra la vida, porque la niña puede estar mal, pero aún así está feliz, porque tiene a su lado a unos pequeños patos que le alegran la vida. Tener algo suave a lo que acariciar cuando estás enfermo ayuda mucho, y eso ya lo sabían hace tiempo.
Puede que lo de los patos no fuera tan convencional, pero bueno, si no funcionaba, por lo menos daba una última esperanza a esos niños, que podían morir algo más felices que de costumbre.
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Midiendo las distancias
Las pioneras usando los trajes de baño cortos, estuvieron siempre muy expuestas. Y por eso, en la playa había un tío con una cinta métrica para medir si las chicas cumplían los parámetros de decencia que debían tener las mujeres en esa época.
Puede resultar una ofensa para la moral, pero esas mujeres lucharon por el derecho a sentirse guapas con un bañador más corto. Y se lo debemos agradecer, porque si no, no hubieran llegado a nuestros días más de un modelo.
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[nextpage title=»Mujeres cargando hielo»]
Mujeres cargando hielo
Esta foto también nos gusta, y es muy famosa. Es la de unas mujeres cargado hielo durante la primera guerra mundial. En esa época, en 1918, las mujeres también eran trabajadoras, porque los hombres estaban el frente. Nada que comparar con lo de ahora.
Entonces, las mujeres se dedicaban también a tareas de lo más pesadas y duras, como era el cargamento de hielo, creación de armamentística en fábricas o de uniformes, cosiendo. Había de todo.
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[nextpage title=»Respiradero»]
Respiradero
Esta foto da muy mal rollo, porque es la de un niño en un carro con un respiradero. Sí, se tenía miedo a la guerra química o biológica, pero es muy probable que el niño que hubiera ahí dentro hubiera desarrollado un miedo a estar encerrado, y no nos extrañaría nada. También nos sentimos como si Darth Vader hubiera sacado a pasear a sus niños.
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[nextpage title=»Mujer armenia protegiendo su casa»]
Mujer armenia protegiendo su casa
Se hacen muchas cosas cuando estás desesperado, y en guerra. Y las mujeres también lo hacen, por eso, no es de extrañar encontrarnos imágenes con tanta fuerza como esta, en la que sale una señora anciana intentando proteger su casa, con un arma. Esto era algo muy común, que se convirtió hasta en un estereotipo.
Y este estereotipo pudimos verlo en películas como «Mi gran boda griega», por ejemplo, donde había una abuela de estas características. Fuera de bromas, es algo impresionante, y la da una visión a la foto, que nunca habíamos visto.
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[nextpage title=»Pintando el puente»]
Pintando el puente
No parece que estén haciendo nada, pero en realidad, estos hombres que están posando, son los pintores del Puente de Brooklyn. Imagina cómo debe ser ser pintor en estas alturas, sin arneses, sin nada de seguridad salvo tus propias manos. Te arriesgabas el pellejo por tu trabajo, y seguramente a estos tipos les encantaba, ya fuera porque pagaban bien por ello, o por otro motivo.
Ahora, solo serían unos locos. En ese entonces, eran admirados.
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[nextpage title=»Audrey e Ip»]
Audrey e Ip
Algunas fotografías enternecen, y esta es una de ellas. ¿Sabías que Audrey Hepburn tenía un pequeño ciervo que se llamaba Ip? Sí, y solía pasearlo por todas partes, de ahí que pudieran captar una fotografía como esta, en la que estaba paseando al ciervo mientras hacía la compra.
Es algo delicado, como si fuera Blancanieves, porque Audrey era así, y hasta en este tipo de situaciones, lucía una elegancia única que más quisiéramos hoy en día.
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[nextpage title=»La última foto del Titanic»]
La última foto del Titanic
Esto es especialmente terrorífico, porque es la última foto que hay del Titanic en el agua. Horas después, el barco chocaría contra un iceberg, y se hundiría en medio del mar para no volver a aparecer nunca más. No sabemos la de historias que pueden llegar a existir acerca de este barco:, cuanta gente pereció, y cuánta gente no encontró a su familia.
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[nextpage title=»Beso de la vida»]
Beso de la vida
¿Qué harías por un compañero de trabajo? Esta fotografía tiene mucha fuerza, porque no se trata de una pareja, ni mucho menos, porque es probable que ninguno de estos dos caballeros fuera homosexual,pero la verdad es que con tal de salvar a ese que ha pasado contigo varias horas al día, haces lo que sea.
Aquí vemos como después de un calambrazo, su compañero intenta reanimarlo mediante un beso de la vida, una técnica de reanimación para que pudiera sobrevivir a ese estado. No sabemos si lo consiguió, pero esperamos que sí, desde luego.
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[nextpage title=»Fusilamiento a un sonriente»]
Fusilamiento a un sonriente
Vemos a un pelotón de la segunda Guerra Mundial fusilando a un rebelde francés. El hombre está sonriendo, y a nosotros nos entra una angustia, porque en lugar de mostrar el miedo, un miedo lógico a morir así, él sonríe. Obviamente, fue fusilado momentos después, pero aún así esta fotografía nos causa un gran estupor.
No podemos negar que el arte nos causa varias sensaciones tanto buenas como malas. Porque el dolor que puede transmitir el arte, no deja de ser bello, ni deja de ser arte.
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[nextpage title=»Cafetería de Disnelandia»]
Cafetería de Disneylandia
Esta fotografía da muy buen rollo, y parece muy graciosa, porque se trata de la cafetería de empleados de Disneylandia en los años 60. Blancanieves comiendo spaguettis, o Goofy intentando coger una bandeja de una forma decente. También están los vaqueros tomando café, muy en su salsa, o un indio haciendo cola.
En ninguna otra parte puedes ver tanta magia como aquí, y ver fotografías de la factoría de sueños allá por sus primeros años es algo que no tiene precio.
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[nextpage title=»Las gafas de John Lennon»]
Las gafas de John Lennon
No hay mucho más que decir de esta fotografía, que ya tiene la fuerza suficiente como para que nos entre cierta angustia al verlo. Se trata de las gafas, todavía ensangrentadas, que llevó John Lennon el día de su muerte. Nos recuerda a un episodio muy triste en la historia de la música, pero que es necesario vivirlo de vez en cuando.
Fue el día en el que murió un icono, y eso, hay que llorarlo. Porque ciertas personas tienen una fuerza, una valentía y una determinación, que hay que seguirlas, porque saben que podrán arreglar el mundo si se lo propusieran.
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[nextpage title=»Chaplin»]
¿Y este hombre quién es?
Seguro que a primera vista no lo conoces: pues es el jovenzuelo Charles Chaplin, algo imberbe, pero ya con esa mirada pícara. Si le tapas la boca a la fotografía, te darás cuenta de que sí, de que es la persona con bigote más famosa del mundo, o de las pocas famosas, vamos.
Por supuesto, aún no se dedicaba a la actuación, pero nos encanta esta foto, porque sigue siendo una época pasada de la que no teníamos ni idea, y seguiríamos sin tenerla de no ser por esta fotografía.
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[nextpage title=»Elvis en el ejército»]
Elvis en el ejército
Esto es un momento no histórico, pero sí la mar de curioso, pues es una foto de Elvis al entrar en el ejérctio. Era todo lo guapo que cabrías esperarte, ya que es como si de un momento a otro se pusiera a cantar. Aún así, su expresión es algo triste y serena, y el fotógrafo debería llevarse un premio porque llega a ser de lo más conmovedora.
Es un cantante que no es cantante, igual que una persona no es persona cuando va a la guerra y ve las cosas horribles que hacen los humanos en las guerras.
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[nextpage title=»Cuando Coca-Cola llega a Francia»]
Cuando Coca-Cola llega a Francia
Esto sí que es un hito de la historia: el momento en el que llegó Coca Cola a Francia. No es un anuncio, ya que hay que ver las expresiones de los hombres ante esa nueva bebida de color negro que salió en el mercado. Quién iba a decir que esa misma botella, sería la misma renovada. [/nextpage]
[nextpage title=»El verdadero Winnie the Pooh»]
El verdadero Winnie the Pooh
Este es el verdadero Winnie the Pooh con su amigo Christopher. O al revés: Christopher con su maravilloso compañero de vida, el osito Winnie. Es algo que genera una gran ternura, porque solo hay que ver la expresión del niño. Es una fotografía muy buena y que acentúa la inocencia de los más pequeños.
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[nextpage title=»Dalí besando a Rachel Weltz»]
Dalí besando a Rachel Weltz
Los hombre españoles siempre han sido todo unos galanes, igual que los italianos, y muestra de ello es una foto del gran Salvador Dalí, besando la mano a Rachel Wells, tras haber terminado un retrato de ella. Puede que no entendiéramos nada del retrato, pero sí de la devoción y la galantería de la hace gala.
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[nextpage title=»Einstein en Long Island, NY»]
Einstein en Long Island, NY
¿Un momento para la posteridad? Einstein en pantalones cortos disfrutando del sol americano. Le encantaba dar largos paseos, pero también esas charlas que cultivaban la mente humano. Porque la genialidad no entiende de moda y también los genios tienen que descansar algunos días. Y si es yendo a la playa, mejor.
Es una fotografía insólita, porque siempre nos hemos imaginado a Einstein en su despacho, haciendo sus cálculos. Así que verle en otro escenario es algo simplemente magnífico.
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