Todos en algún momento cometemos una estupidez, en mayor o menor grado, pero cuando se trata de una estrella de Hollywood que comete un error detrás de otro, ello provoca que sea agregado a una virtual lista negra y que no sea contratado para la realización de más películas, por muy exitoso que haya sido, y eso fue lo que le pasó a Jean-Claude Van Damme, la estrella de acción favorita de todos de los años 80.
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¿Quién es Jean-Claude Van Damme?
Es un actor que probablemente conocerás por su interpretación en papeles de acción como estrella de las artes marciales, en particular por la película que lo catapulto a la fama “Blodsport”, que fue titulada es español como “Contacto Sangriento” que fue tan bien lograda, que en la década de los 80, todos estaban pendientes del estreno de alguna de sus películas para acudir a verla y sentir esa descarga de adrenalina que sus filmes provocaban en la audiencia.
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¿Dónde nació?
Nacido con el nombre de Jean-Claude Camille François Van Varenberg, es un actor nacido en Bélgica, que actualmente tiene 61 años de edad, que ha envejecido como los demás culturistas, aunque luego de cometer muchos excesos, y cuya historia artística puede perfectamente ser el argumento de un libro sobre como perseguir el sueño americano, tener éxito en el intento y luego perderlo por errores estúpidos.
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Siempre quiso ser estrella de Hollywood
Este actor llegó a tener una visión y supo cómo aferrarse a ella. Este actor de habla francesa creció en una pequeña población francesa al oeste de Bruselas, de nombre Berchem-Sainte Agathe, donde soñaba con un futuro exitoso, viendo películas como The Cincinnati Kid, La Leyenda del Indomable o Ben Hur, que fueron sus modelos.
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¿Quién lo alentó a practicar artes marciales?
Fue el padre de Jean-Cloude, quien tenía la profesión de floristero, al que se le ocurrió la idea de que su hijo debía asistir a clases de entrenamiento en artes marciales, porque tenía un físico bastante endeble, pero Jean-Claude agregó otra actividad, el ballet, y la combinación de ambas le permitió tener ese cuerpo ideal que lo caracterizó y que no tenía ninguna vergüenza en exhibir en sus películas.
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Empresario a temprana edad
Jean-Claude decidió abandonar la escuela cuando cumplió los 16 años de edad, dedicándose exclusivamente a cultivar su cuerpo, con lo cual pudo obtener algunos títulos menores en fisicoculturismo, y compitió con un éxito relativo en competencias de kikboxing, lo que lo llevó a poder abrir un gimnasio propio, situado en el centro de Bruselas, al que proféticamente le pudo el nombre de “California Gym”.
El propio Jean-Claude Van Damme llegó a declarar que «muchas veces, miraba por la ventana en Bélgica y estaba lloviendo. El cielo era gris y deprimente. Así que iba al cine. Y de repente la pantalla se llenaba de luz y los colores brillantes explotaban. Y quería ser parte de eso. Le decía a mi madre: ‘Voy a ser una estrella de cine.’ Ella respondía: «Eso es maravilloso, Jean-Claude. Pero no se lo digas a papá»,
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El intento en Hollywood
Cuando cumplió los 21 años, decidió vender su gimnasio, huir de su primer fracaso matrimonial y se dirigió a Los Ángeles con 8.000 dólares como capital y sin hablar inglés, decidiendo adoptar el nombre de Van Damme, en honor a un hombre de negocios de Bruselas que era su amigo. Los primeros cinco años los pasó de conductor de limosinas, repartidor de pizzas, o manufacturando alfombras para una empresa de Irvine.
Para el año 1986, ya se había incursionado nuevamente en el matrimonio y se había divorciado.
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Un hombre atrevido
El primer papel lo hizo en la película “Retroceder Nunca, Rendirse Jamás” que hoy es considerada una película de culto, pero ello lo animó a sorprender al Director Ejecutivo de Cannon Films, Manehem Golan, en uno de los restaurantes de Beverli Hills que frecuentaba y lo sorprendió con una de las características patadas voladoras que hicieron famoso a Van Damme en el cine, quien de inmediato lo contrató para hacer “Bloodsport”, en la que compartí papeles con un naciente Forest Whitaker.
Así comenzó su sueño, aplicando una fórmula que tuvo mucho éxito, hacer películas con bajo presupuesto que reportaban una abundante recaudación en la taquilla, aunque las críticas fueran adversas y así vinieron Cyborg (1989), Kickboxer (1989), Lionheart (1990), Doble Impacto (1991), Soldado Universal (1992), Timecop (1994) y Streetfighter (1994), que fue la película que marcó la cima de su carrera, pero también fue el inicio del fin de la misma.
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La caída en desgracia
Con un tercer fracaso matrimonial y encontrándose en la cumbre de su carrera Van Damme se codeaba con actores de la talla de Steven Seagal, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, pero la cinta basada en un mítico videojuego le repuso un salario de siete millones de dólares, al tiempo que sostenía un pequeño romance con Kylie Minogue, rodeados de drogas y mucho alcohol. Otro hecho fue su pelea contra la industria cinematográfica, en el que resultó perdedor.
Para más inri, Columbia llegó a ofrecerle un contrato por 30 millones de euros para que protagonizara tres películas, pero Jean-Claude pidió 50, que era lo mismo que cobraba Jim Carrey. Cuando su contraoferta fue rechazada, todo se vino abajo y su cuarto matrimonio también.
El propio Van Damme declararía después “No se trataba de dinero. Estaba encadenando películas, y siempre de promoción. Estaba cansado. Todo lo que tocaba era rentable. A Jim Carrey le pagaban una fortuna. Y pensé que a mí también me podían dar esa cantidad. Menudo idiota. Me pusieron en la lista negra y ahí se acabó todo”.
Y comenzó el declive, drogas, alcohol, rehabilitaciones fallidas, evidente deterioro físico y un diagnóstico de trastorno bipolar, hicieron que buscara refugio en su tercera esposa, de nombre Gradys Postugues, con la volvió a casarse en el año 1999, permaneciendo a su lado hasta hoy.
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El resurgimiento
Con el nuevo siglo, su carrera cinematográfica era prácticamente unan broma de mal gusto, con secuelas y películas de muy bajo nivel, que no pasaban siquiera por las salas de cine, pero este belga nunca perdió la fe, permaneciendo irreductible y declaró “No soy una estrella de cine. Soy una marca. La gente me conoce por mi nombre, no por mis películas”.
En el año 2008 hizo un drama autobiográfico con un monólogo final que hizo que la crítica recuperara su respeto por él y que le valió la admiración del público: “Si me das algo un poco más profundo, un mejor guion y un buen elenco a mi alrededor, entonces puedo hacer un gran trabajo”, aseguró antes de que fuera proyectada la cita en el Festival de Cannes.
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Jean-Claude no vuelve, lo que ocurre es que nunca se fue
Después de su aparición en la franquicia de “Los Mercenarios”, en 2017 Amazon Prime estreno “Jean-Claude Van Johson” una cinta de la que se infiere que el actor en realidad es un espía secreto que aceptó sus roles en el cine como camuflaje para realizar misiones como agente secreto, y el largometraje recibió buenas críticas.
Después vino un thriller de conspiración gubernamental, y agentes secretos con “El Último Mercenario” y en 2021, Netflix apostó por este actor cuando se dio cuenta de que varias de las películas más vistas de su catálogo eran suyas, de modo que puede afirmarse que nunca se fue.
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Nuevo y último proyecto
Van Damme ha anunciado que desea retirarse de la actuación y lo va a hacer a lo grande, con una última cinta que lleva por nombre “¿What’s My Name?”, bajo la dirección de Jeremy Zag, luego de lo cual planea comprar un pequeño bote, descansar y darle la vuelta al mundo. “¿What’s My Name?” será una pseudo-autobiográfica de su vida y carrera, y está entrenándose y preparándose para ello, porque contará desde sus inicios con “Bloodsport” y sin duda es una cinta que sus fanáticos de más de tres décadas estaremos deseosos de ver.
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