Después de días, semanas, meses, o incluso años de trabajo duro y sin pausa, somos merecedores de pequeños premios. Esos premios, nos permiten relajarnos y olvidarnos por un momento de todos los problemas que han llegado a nuestra vida. En este caso, unas manos mágicas nos pueden llevar del infierno al cielo, permitiéndonos desatar todos los nudos que tensan nuestra vida. Las manos de los masajistas, deberían ser sagradas, pues con su tacto y movimiento, no solo relajan todo nuestro cuerpo, también nos permite entrar en un espacio de confianza.
¡Pausa! ¿Qué tanta confianza puedes tener con tu masajista? Te aseguramos que, con los masajistas, la confianza es necesaria, pero un exceso de ella puede ser perjudicial. Entre sus servicios, es inevitable el contacto físico, lo que a veces puede ser un problema. Algunos clientes que acuden a los masajistas; gracias a ese contacto, se sienten en mucha confianza, no logran controlar sus instintos y causan problemas o situaciones incómodas, que a ninguno de los trabajadores les agrada.
[nextpage title= “1”]
8Recuerda: Una ducha antes de ir a darte un masaje
Una de las formas de respetar a los masajistas, es no esperando que soporten nuestros malos olores y afecciones como si nada. Tenemos que tener en cuenta que ellos son humanos, que sienten y pueden oler como uno. Que al igual que a todos, los malos olores les disgustan.
Uno de los masajistas recuerda lo difícil que fue eliminar la pestilencia del cuarto de masajes, luego de que un cliente solicitara un masaje de pies. Aunque también comenta, que puede saber cuándo alguien no se ha bañado, pues le salen pequeñas virutas de suciedad al masajear. Así que a los próximos que soliciten el servicio de los masajistas, le recomendamos bañarse muy bien antes de asistir a la cita.
[nextpage title= “9”]





