Eurovisión: Estos son los concursantes más patéticos que ha presentado España

¿Sabías que el término «vergüenza ajena», no se puede traducir en otros idiomas? Esto se debe a que no hay ningún término exacto equivalente en su significado. Debe ser porque en España, tenemos mucho de esta vergüenza ajena. Y en parte, se debe a Eurovisión. Antes era un concurso de talentos notable, para darse a conocer. En la actualidad, no hay manera de alcanzar los primeros puestos. 

Y lo hemos intentado de todas las formas posibles, intentando todas las fórmulas existentes. Hasta hacer el ridículo con la canción más absurda que podíamos encontrar. En cualquier caso, la verdad es que sin intentarlo, muchas veces hemos acabado los últimos o con cero puntos. Pobre de nosotros. Estas son algunas actuaciones que se quedaron en la cola.

No quiero escuchar – Lydia

Otro de los últimos puestos. La verdad es que la canción no es tan mala, pero fue demasiado forzada, y seguramente, en el año 1999, habría opciones mejores en lugar de esta canción. A veces nos empeñamos en enviar baladas, pero no es la mejor fórmula. Nosotros tampoco quisimos escuchar, pero escuchamos esta canción mil veces en la radio, hasta creernos que era una buena opción. 

Tuvo un mísero punto, pero esto no nos alejó del último puesto. Quedamos 23/23, así que es casi un poco más digno que lo de Remedios Amaya, pero no mucho más allá, para ser sinceros. El vestido que llevaba tampoco era muy allá, y probablemente la gente se acuerde más del vestido que de la canción.