Preparar una deliciosa lasaña de carne casera es algo de lo más sencillo y no hay excusa que valga cuando de prepararla se trata, ya que hasta sin horno la puedes hacer realidad. Tradicionalmente preparada en el horno, esta receta te brinda también la posibilidad de disfrutarla preparada completamente sobre la hornilla de tu cocina.
Las temperaturas comienzan a subir, así que si tienes antojo de una rica lasaña de carne, entérate de cuáles son los pasos que debes seguir para hacerla sin necesidad de encender el horno. Cómela como y cuando quieras con esta sencilla receta.
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Ingredientes para la más rica lasaña de carne sin horno
Para la preparación de esta deliciosa lasaña sin horno, necesitas exactamente los mismos ingredientes que para su preparación tradicional; y de hecho, tal como imaginas, la única diferencia significativa será el método de cocción utilizado. Toma nota de los ingredientes y pasemos al completo paso a paso.
Los ingredientes que necesitas son: 6 láminas de lasaña, 500 gramos de carne picada de ternera, 300 gramos de tomate triturado (usa tomate natural, pélalo y tritúralo), 200 gramos de queso cheddar semicurado rallado, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 cucharadita de orégano, y 1 de romero, 100 ml de vino blanco, 100 gramos de pimiento morrón y nata de cocinar.
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Comienza con la cocción de las láminas para lasaña
Lo primero que debes hacer para la preparación, es cocinar las láminas de pasta. Sigue básicamente las indicaciones del fabricante.
Cocínalas en abundante agua con sal y una vez que estén listas, pásalas por agua fría para cortar la cocción. Es necesario que luego las seques muy bien; para hacerlo, extiende un paño limpio y coloca las láminas de lasaña sobre el mismo.
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Pica las verduras y prepara un rico sofrito
Pica finamente todos los ingredientes que formarán parte de la salsa de carne. Todos deben quedar finamente picados; por lo tanto, puedes hacerlo con un cuchillo filoso o pasar todo por un triturador.
Recuerda retirar la piel de la cebolla y el ajo antes de picarlos y lava muy bien el pimiento morrón antes de proceder a picarlo en pequeños cubos. Pon en una cazuela profunda un chorro de aceite de oliva virgen extra y pon a sofreír estos ingredientes por aproximadamente un minuto.
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Añade la carne picada
Una vez que el sofrito esté pochado, añade las hierbas aromáticas, las cuales serán las responsables de aromatizar divinamente esta preparación.
Cuando añadas las hierbas aromáticas, remueve todo para que los sabores se fusionen. Mantén la cocción a fuego suave para evitar que estos ingredientes se quemen.
Cocina por un par de minutos e incorpora la carne picada. Al hacerlo, sofríela y remueve con una cuchara de madera para que no se formen pelotas, así se cocinará sueltecita.
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Un poco de vino que no puede faltar
Luego de añadir la carne y cocinarla por unos 5 minutos, esta estará de otro color, el cual demuestra que ya está cocinándose de la manera correcta. Justo en este momento, sube el fuego a medio y vierte el vino blanco.
Con el vino blanco, añadirás un sabor espectacular a la carne de ternera; no obstante, en caso de no poder utilizar vino o alcohol al momento de cocinar, te invito a conocer los sustitutos que puedes utilizar.
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Añade el tomate
Una vez que transcurre aproximadamente un minuto luego de haber añadido el vino blanco, ya este debe haber evaporado el alcohol. Por lo tanto, ya es el momento de añadir el tomate.
Para añadir el tomate, este debes estar perfectamente pelado y troceado finamente. Si lo deseas, también puedes usar tomate envasado, aunque como bien sabes, no hay comparación con los sabores naturales.
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Termina la preparación de la carne para la lasaña
Cuando termines de añadir los tomates troceados, deja cocinar por unos 5 minutos más y pon a punto de sal.
Para terminar la cocción de la carne para tu lasaña, mantén el fuego a medio y remueve de vez en cuando, para que así, los jugos del tomate se vayan reduciendo. Evita remover constantemente.
Cuando los jugos del tomate se hayan reducido y el sabor de la salsa no sepa para nada a tomate crudo, la carne estará perfecta para comenzar el armado de la lasaña sin horno.
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Prepara la cazuela para armar la lasaña sin horno
Una vez que la carne esté lista, retírala a un bol y en la misma cazuela en la que la preparaste, vierte unas gotas de aceite de oliva virgen extra y vierte unas cucharadas de la salsa de carne para cubrir el fondo de la cazuela.
La cocción sin horno la puedes hacer en la misma cazuela, o si prefieres, puedes utilizar una sartén grande y antiadherente. Lo importante es que, en ambos casos, la prepares de la misma manera; es decir, con un poco de aceite y luego una porción de la salsa.
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Cómo comenzar a prepararla sin horno
Una vez que tengas preparada la cazuela para la preparación de la lasaña sin horno, coloca un par de láminas de pasta previamente cocidas y vierte sobre ellas un poco de nata para cocinar. A diferencia de la bechamel, esta nata será más ligera para este tipo de cocción.
Añade un par de cucharadas de carne y espolvorea queso rallado. Coloca un par de láminas de lasaña sobre esto y repite el procedimiento hasta formar 3 capas. Para culminar, pon una cantidad de queso abundante, ponle la tapa a la cazuela o sartén y deja cocinar por 10 minutos.
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Termina su preparación y disfrútala
Así de fácil es preparar una deliciosa lasaña sin necesidad de encender el horno. Una vez que la retires del fuego, déjala reposar por unos minutos para que se asiente un poco. Transcurridos los minutos de reposo estará perfecta para comer.
Procede a cortarla como lo harías con una lasaña tradicional y sírvela por porciones acompañadas de un buen pan y una ensalada verde que aportará el toque justo de frescura a este plato.
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