Hay algunas mentiras que es inevitable creerlas. Más que nada porque han vivido mucho tiempo con nosotros y están totalmente arraigas. De ahí que nos sea más sencillo el creerlas que todo lo contrario. Por eso, hoy hacemos un repaso de todas ellas y explicaremos la gran realidad.
A partir de entonces verás cómo tanto el 666 del demonio como otros muchos mitos, se caerán por su propio peso. Porque hay cosas que ya debemos dejar atrás y comenzar a poner los pies en la tierra. Así que, no te pierdas todas las mentiras que el mundo aún se sigue creyendo.
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666 endemoniado
Fue en la biblia donde se hablaba de un ser con varias cabeza y cuernos que salían de todas ellas. Además procedía del mar y contaba con el número 666. Hay que decir que el número 6 representa la imperfección y a los enemigos de Dios. De ahí que siempre se haya pensado que dicho número provenga del demonio. Además, al estar repetido tres veces, nos vendrían a dar cierto énfasis mayor. Así que, durante mucho tiempo se ha dicho que es una de las marcas que representa el mal.
Hace muchos años también se cuenta que hubo un emperador, Nero Caesar que perseguía a los cristianos y por su maldad, le llamaron bestia. De ahí que, nuevamente, todo esté vinculado. Pero lógicamente se queda en historia o incluso leyendas. Porque el número no tiene nada de endemoniado y aunque no lo hemos creído siempre como uno de los mitos más comentados, no tiene mucho más qué decir, que ser una cifra como otra cualquiera.
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Tragarnos un chicle y quedarse pegado a las tripas
¿Cuántas veces habrás escuchado a tus padres o abuelos decirte que no te tragues los chicles?. Porque si lo hacíamos, se nos quedaría pegado a las tripas y podíamos morir por esa causa. Lo cierto es que se trata de otra de las mentiras más comunes pero menos creíbles ya en nuestros días. Eso sí, a los niños les aterraba la idea y de ahí que tuvieran siempre mucho cuidado.
Es más, muchos de ellos hasta preferían no tomar chicle, por si acaso. Es verdad que no debemos tragarlo, pero si ocurre, no pasará nada. El chicle no se va a pegar en ambientes que estén húmedos y el aparato digestivo lo estará. Por lo que no tendremos ningún tipo de problema, si por un despiste lo tragamos, porque a las horas o al día siguiente, ya lo expulsaremos.
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Las uñas crecen después de muertos
Otra de las mentiras que también están de lo más extendidas. Porque se ha dicho en numerosas ocasiones que tanto el cabello como las uñas siguen creciendo tras la muerte de personas o de animales. Pues no, no tiene nada de lógica. Lo cierto es que cuando la actividad se paraliza, el resto de las funciones también dejan de tener sentido.
Por este motivo, si una persona muere, no le crecerán las uñas. Lo que ocurre es que la piel muerta se ha consumiendo y podemos decir que queda más seca. Esto hace que las uñas parezcan más largas al contraerse la piel. Pero solo es un efecto óptico, donde realmente las uñas no siguen creciendo. ¡Ahora ya sabes la verdad!.
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Los alimentos y las bacterias del suelo
En este caso, seguro que también has escuchado otro de los mitos o mentiras más comunes de todas. Se trata del ámbito del hogar, donde las tradiciones también se disparan. Tanto es así que en este caso, nos encontraremos con que si un alimento se te cae al suelo, tienes hasta 5 segundos para poder pillarlo y que no esté contaminado de bacterias. ¿A qué lo sabías?.
Pues no, no es así realmente. Cuando un alimento se nos cae al suelo, se contaminará de bacterias sea uno o 5 segundos. Lo que ocurre es que cuando más tiempo esté sobre la superficie, más bacterias tomará. Por ejemplo si lo retiramos antes de los 5 segundos hay la posibilidad que solo alrededor de 200 bacterias lo infecten. Si el tiempo sube, las bacterias también. Pero no es cierto que lo podamos agarrar y que esté totalmente limpio.
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[nextpage title= «Espinacas»]
El mito de las espinacas
Es cierto que las espinacas cuentan con muchas propiedades. Si quieres una alimentación saludable, lo mejor es optar por las verduras frescas y llevas de nutrientes como es el caso. Lo cierto es que además de grandes beneficios seguro que has escuchado que cuentan con bastante cantidad de hierro. Lo que ocurre, que quizás no sea tanta como nos podamos imaginar.
Según parece, allá por el siglo XIX hubo un científico que se dedicó a estudiar la cantidad de hierro que tenían las espinacas. Porque como ya hemos visto en los dibujos animados de ‘Popeye’, parece que le daban gran fuerza. Pues buen, el científico se equivocó en color la cifra final sobre la cantidad de hierro que tienen. Eso no quita que sean muy saludables, pero no nos darán la fuerza que hemos visto en la televisión.
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[nextpage title= «Color»]
El color de la sangre
Quizás no lo habías escuchado tanto, pero desde luego es otra de las mentiras que pululan desde hace mucho tiempo. Por eso, si algo habías oído es el mejor momento de aclararlo todo. Porque cuando nos miramos las venas, parece que tienen un color azulado o incluso de tipo verdoso. Pero cuando la sangre sale a la superficie es de color rojo.
Hasta aquí, todos estaremos de acuerdo. Pues bien, se dice que la sangre puede cambiar de color pero no tanto. Es decir, cambiará el brillo o la tonalidad pero siempre será roja. Cuando está oxigenada, se dice que cuenta con un brillo más intenso de color rojo, mientras de lo contrario, aparecerá en un color más apagado.
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[nextpage title= «Sonámbulo»]
Despertar a un sonámbulo
Aquí ya entramos en otro de los terrenos que bien nos suenan. Siempre hemos escuchado eso de que cuando vemos una persona sonámbula no se debe despertar. Porque si lo hacemos, le podríamos causar graves daños de salud como un infarto o diversas secuelas y la muerte. De ahí que el miedo siempre se ha apoderado de nosotros en este caso.
Es cierto que los expertos aseguran que si despertamos a un sonámbulo, le crearemos unos momentos de confusión. Porque ellos están dormidos y eso de despertarse de repente es lo que tiene. Incluso hasta nos podríamos llevar un buen golpe, debido al susto que les ocasionamos, pero nada que ver con la muerte ni daños irreparables.
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El uso de nuestro cerebro
Terminamos con otro de los mitos más comunes, aunque lógicamente, estamos viendo que hay muchos más. Un mito convertido en mentira, ya que afirma que los humanos solo usamos un 10% de nuestro cerebro. Algo que realmente no es cierto porque usamos todas y cada una de sus partes.
Porque el cerebro es un todo y lo necesitamos a pleno rendimiento para poder ejecutar cada día todas las actividades que tenemos por delante. Porque si realmente fuera así, nos podríamos quedar solo con esa pequeña parte que sí usamos y desechar la demás. Pero no, ahí llegarían los graves problemas de salud.
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