Es más que probable que alguna vez hayas usado Listerine como enjuague bucal para eliminar la placa de los dientes, las bacterias de la boca y para quitar el mal aliento. Pero seguro que lo que no sabes, es que esta sustancia creada en el año 1879 por el doctor Joseph Lawrence, empezó siendo utilizada para desinfectar las heridas de los pacientes e incluso los quirófanos. Hoy en día, además de usarse como enjuague bucal, puede ser utilizado para otras muchas cosas que vamos a ver a continuación.
1Para eliminar los hongos
Es muy habitual que durante el verano, especialmente los más pequeños, sufran hongos debido al contacto de sus pies con aguas turbias y con zonas que no están demasiado limpias. También puede sufrirlos por contagio en piscinas, vestuarios o duchas comunitarias.
En estos casos, el Listerine es un gran aliado. Por ejemplo, si los hongos están en la planta del pie o en los dedos, en un barreño con agua caliente se mezcla a partes iguales vinagre blanco y Listerine. A continuación se meten los pies o el pie durante quince minutos aproximadamente. Si los hongos se encuentran entre las uñas de los pies, es un tratamiento más sencillo incluso. Bastará con tener en remojo durante media hora los pies en esta solución.