El flamenquín cordobés se caracteriza por ser jugoso por dentro y crujiente por fuera y Arguiñano lo prepara de una manera que seduce al paladar y termina enamorando a todos en la mesa. Una delgada y delicada loncha de filete de cerdo que envuelve delicadamente al más rico jamón, se fríe para disfrutarse crujientita y deliciosa.
Con esta receta de flamenquines, te rendirás y solo querrás comer uno más. Anímate a prepararlo y disfruta de un sabor de lo más tradicional.
8Así debes freírlos para que queden perfectos
El flamenquín perfecto debe quedar bien sellado y crujiente por fuera y bien cocido y jugoso en su interior. Para que esto suceda de esta manera, Arguiñano realiza la cocción en dos partes.
Para comenzar, pon la sartén con suficiente aceite de oliva virgen extra al fuego medio-fuerte. De esta manera, la carne de cerdo se sellará de manera inmediata apenas toque el calor.
Una vez que se selle en su exterior, disminuye el fuego a suave para que se cocinen en su interior. Transcurridos unos pocos minutos, estarán jugosos, dorados y crujientes. Retíralos del aceite y ponlos sobre papel absorbente.
