La nueva variante Ómicron del virus SARS-Cov-2 ha llegado y parece no querer detenerse. Ante esta nueva variante, se continúa avanzando hacia la colocación masiva de una vacuna de refuerzo. Y es que, desde la aparición de la pandemia hasta ahora, se ha realizado un gran esfuerzo por detener de alguna forma los contagios. Con la llegada de la tan esperada vacuna, comenzaron a surgir las diferentes variantes entre las que destacan la Alpha, Beta, Gamma, Delta y la más reciente la Ómicron.
Con el surgimiento de estas variantes la promesa de volver a la normalidad, con la vacuna no se ha cumplido. El covid-19 ha demostrado ir un paso adelante, disminuyendo la efectividad de la vacuna.
2Las mutaciones y la efectividad de las vacunas
Los retrovirus como el caso de la influenza o el Covid-19, tienen un núcleo celular compuesto de ARN; en vista de que este es muy inestable y que al replicarse generalmente lo hace con defectos que generan una mutación del virus en su estructura celular, los anticuerpos, bien sean naturales o adquiridos como en el caso de la vacuna pueden perder efectividad contra la enfermedad.
Esta es la razón por la que se vacuna contra la influenza de forma periódica, ya que de una estación a otra el virus ha mutado y no puede ser reconocido por la vacuna anterior.
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