Ya ya, ya sabemos que tu no eres una choni… o eso dices…;-D pero me apuesto el gaznate a que conoces algunas así…
[nextpage title=»Terror en las tiendas de ultramarinos»]
Un dulce que se convierte en amargo
Ponte en situación y prepárate para el terror en las tiendas de ultramarinos. Llegas un domingo a ese pueblo que siempre has querido visitar y que lo puedes recorrer en media hora andando, y te mueres por indagar un poco en las tiendas del pueblo, así que decides ir a por pan. Llegas, entras por esa puerta de aluminio pseudo-oxidado y encuentras una sartén de gritos, risas folclóricas que te dejan sordo y un miedo terrible a no llevarte la última barra de pan antes que esa chica que está recordando lo bien que se lo pasó la noche anterior escuchando los mejores años de Pont Aeri. Una puesta en escena brutal y que puede acabar de dos maneras, una de ellas que te sientas en tu salsa y siendo así, ya puedes ir empezando a preocuparte…
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[nextpage title=»La obsesión del Animal Print»]
El Animal print y los límites del desparpajo
Si hay algo que suele llamar la atención a primera vista y que suele ser signo inequívoco de que estamos ante una choni de alto calibre, es la ropa Animal Print o hablando más claro, todo lo que tenga que ver con el patrón de leopardo o de animales similares. No importa si es una blusa o una minifalda, toda choni lleva un Animal Print dentro y si se puede sacar todas las horas posible, mejor aún. ¿La falda de leopardo para comprar al Carrefour? ¿Y por qué no? Si te parece incluso una buena idea, ya sabes por dónde van los tiros.
Hay que recalcar que las vestimentas de leopardo en las chonis casi siempre suele ser sintética, las pieles auténticas para vestir son, además de muy desagradables, muy caras. Y si alguna vez has recomendado a alguien utilizar algo de leopardo o si tú misma te has puesto una alfombra o un accesorio de leopardo en tu cuarto, que tiemble tu barrio.
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[nextpage title=»El chándal y las millones de combinaciones»]
Lo cómodo tira mucho
Cuando la choni nació en aquellas épocas del hardcore en las discotecas de los polígonos, la imagen que se creó fue muy clara y sencilla, incluyendo siempre, siempre un chándal a ser posible de buena marca y con colores lo más estrafalarios posible. El chándal de Adidas siempre fue el más típico, destacando en las chonis por encima de los Nike, reservado para los auténticos canis. Pero con el paso del tiempo, el uso del chándal ha evolucionado en las chonis, y ahora es todo un complemento como si de un bolso se tratase.
Como curiosidad, siempre hay predilección por el tren inferior antes que el superior. La choni prefiere el chándal de abajo antes que el de arriba, y si puede ser un par de tallas más pequeñas que te marque todo lo habido y por haber, perfecto. La próxima vez que vayas al gimnasio o salgas a la calle, mírate al espejo. ¡Te puedes llevar una sorpresa!
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[nextpage title=»Los abrigos de pelo»]
Combinan muy bien con minifaldas
Grandes, con capuchas interminables que te hacen más cabeza que las farolas del paseo marítimo, muy calentitos -eso sí- y perfectos para combinar con una portentosa minifalda en pleno mes de enero. Estos abrigos son perfectos en la cultura del chonismo, y es hora de rendir un homenaje y dicho sea de paso, que confirmes tu atracción por ellos y que no escondas la choni que quiere llevar pelillos en el cuello.
Las mejores combinaciones que podemos ver con estos abrigos son variopintos, yendo desde su uso con el chándal típico que hemos recordado anteriormente, hasta el legging más fosforito o incluso el pijama que no te quitas ni para ir a comprar el pan.
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[nextpage title=»El tanga por encima de la cintura»]
Una bandera, un himno
El tanga por encima de la cintura es ya un clásico que quizás está empezando a pasar de moda, pero porque es una tendencia que se adapta a los nuevos tiempos. El tanga de hilo por encima de la cintura fue durante mucho tiempo el acompañamiento ideal para las discotecas, una forma de hacer piña entre el grupo de amigas y de demostrar al mundo que están perfectamente sincronizadas para la vida moderna.
Con el paso del tiempo esta es una de las señales que más ha pasado a segundo plano, aunque no ha desaparecido. Porque siempre se acaba subiendo, y si pensamos en la atracción de los colores chillones hacia las chonis, acaba siendo cosa de niños ver una señal inequívoca como esta.
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[nextpage title=»Con la música en el móvil hasta el fin del mundo»]
Con la música en el móvil hasta el fin del mundo
¿Dónde está la SGAE ahora? Imagínate que estás tan tranquila sentada en las escaleras de la puerta de tu casa, cuando un ruido misterioso y por qué no decirlo, acojonante, comienza acercarse hacia ti. No sabes de dónde viene pero cada vez suena más fuerte esa música que parece una mezcla entre reggaeton más casposo y música makinera de los ochenta. Pero cuando aparece por la esquina esa chica con el chándal y el correspondiente abrigo de pelo, todo queda aclarado.
Llevar la música a todo trapo en el móvil mientras paseas por la calle es ya una tradición entre chonis y canis. No basta con pasearse con el coche hasta quedarte sin batería quemando el equipo de música de los padres, algo hay que hacer también andando ahora que tenemos móviles tan modernos, ¿no?
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[nextpage title=»¡Ese maquillaje!»]
Cuanto más mejor, cuanto más mejor…
Si hay algo que siempre ha caracterizado a las chonis y es una señal absolutamente clara y concisa de su naturaleza, es el maquillaje facial. No, no es suficiente un poco de raya en el ojo, sombra en los párpados y si acaso un poco de rimmel en las pestañas. Toca ir más allá y hacer un asalto contra los poros de la piel, utilizando una raya que sea lo más larga posible y en el caso de que hipotéticamente pudieses darle la vuelta completa a la cabeza, no estaría de más. Combinado con un maquillaje de cinco tonos más oscuro que la piel, y accesorios como pintalabios de tonalidades fucsia, es una de las tendencias más sociales de las chonis, y donde más se identifican.
Pero ojo, no es oro todo lo que reluce. Porque con las nuevas tendencias, este maquillaje ya no se suele utilizar en el día a día sino que suele reservarse para las noches más inolvidables de pachá, optando en el día a día por una ausencia plena, completa y profunda de maquillaje para dar más protagonismo a todos los zarcillos, pendientes y colgantes que quieras llevar.
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[nextpage title=»Los peinados más típicos»]
Maximizando las alturas
El peinado, al igual que la ropa de leopardo o el maquillaje suficiente para toda una función de teatro aplicada en una sola cara, es también muy importante para reconocer actitudes de choni o hablando más claro, de si lo eres o no. Porque los peinados de choni se ven a kilómetros y no hay más ciego que el que no quiere ver. Ya sea suelto o recogido, hay variantes para todas pero eso sí, cumpliendo el mismo patrón chonista.
Entre los más destacables y habituales, salta a la vista el famoso recogido por encima de la nuca que puede provocar que superes el límite del gálibo en las autovías y autopistas. También es tendencia el famoso Peinado Jopo que incluye tupé del mismo calibre que el moño, además de los ya habituales rizados donde sin embargo, el flequillo queda con un perfecto alisado japonés. ¿Te gusta combinar estos peinados?
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[nextpage title=»Duck face o cara de pato en las fotos»]
Ya no es sólo cosa de chonis
Las redes sociales han abierto un mundo nuevo para las chonis, donde las posibilidades son inimaginables y hay rienda suelta para que todo el mundo, y cuando digo todo me refiero a todos, puedan ver lo guapas que son y lo bien que saben posar en los selfies como si eso del duckface, lo hubiesen inventado ellas mismas.
Ahora es el momento de que eches un vistazo a tus fotos que tengas en las redes sociales, y hagas un repaso a tus caras y veas si la combinas con cualquiera de las otras señales de choni. Quizás te sorprendas a ti misma, pero es que cada día es más difícil resistirse a poner esa carita y si se puede combinar con las rayas de ojo estrafalarias, te aseguras muchos emoticonos en el Twitter o el Whatsapp
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[nextpage title=»Que no te digan ná»]
Grupos de élite
Esta sí que es buena, ¿eh? Porque todos hemos conocido a esa choni que no importa que haya estudiado una carrera o que sus padres se sigan acordando de tu cumpleaños de lo buenos que son, y es que como te atrevas a cuestionar cualquier cosa, aunque sea lo que ha cenado, te espera una buena y puede que más allá de las redes sociales. Tener como peor enemigo a una choni es tremendo, y sólo un ligero comentario que no vaya en consonancia con su Animal Print, puede ser fatal y marcarte de por vida.
¿Qué tal reaccionas cuando alguien cuestiona esos zapatos que llevas? ¿Soportas que esos porculeros de Twitter estén picándote de vez en cuando? Si es así puedes estar un poco más tranquila, pero si te ponen de mala leche… ¡es hora de preocuparse! O de reconocerlo abiertamente, claro está.
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[nextpage title=»Amigas para siempre»]
O hasta que cierre la discoteca
Toda buena choni que se precie tiene un grupo de amigas que nunca pasa desapercibido. Todas en la misma consonancia de vestimenta, actitudes, que sincronizan sus móviles para que todos escuchemos de madrugada las nuevas tendencias musicales del polígono del extrarradio, así nos ahorramos tener que ir in situ. Pero si hay algo que caracteriza siempre a estos grupos de amigas, es su exuberante lealtad y las portentosas y llamativas muestras de cariño.
Amigas para siempre, te quiero con locura, me prestas esos zapatos de leopardo… hay de todo, pero estamos ante una amistad de doble filo. Una amistad que se puede torcer fácilmente en una noche si aparece el cani adecuado a ser posible con un tupé que le obligue a conducir con el culo en el suelo. Estas muestras de cariño fácilmente se transforman en insultos y velas negras por doquier.
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[nextpage title=»El novio, esta sí que es buena»]
Qué mítico es esto
Pero si hay algo que de verdad hace reconocer a una choni o lo que de verdad te puede hacer abrir los ojos, es tu pareja. ¿Cómo es? Tanto físicamente como en la cabeza y en sus actitudes, quizás antes de descubrir que tú misma eres una choni, tendrás que quitarle la careta de buen chico a tu novio. Porque si has reconocido algunas de estas señales o avisos de chonismo en tu carácter o forma de vestir, tu novio posiblemente no se quede atrás.
El coche que tiene, lo grande que sea el equipo de música, sus aspiraciones laborales y sobre todo el peinado, te pueden decir muchas cosas. ¿Vas un paso más allá con las muestras de cariño y afecto en redes sociales que incluso con tus amigas? ¿Necesita pedir permiso especial tu novio para no rozar los balcones con la gomina del pelo? Si es así, no hay más preguntas.
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