El veneno celular es una gran carga para todo el cuerpo y también para la piel. El alcohol no solo nos hace parecer bastante mayores, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades de la piel.
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El alcohol afecta a todo el cuerpo
Sus efectos tóxicos se sienten principalmente en el hígado. Pero el alcohol también es una carga importante para todos los demás órganos, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso, el sistema inmunológico y el metabolismo hormonal y lipídico. No solo el alcohol en sí es crítico, sino también el acetaldehído, producto de degradación, que se excreta a través de la piel, entre otras cosas.
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Brotan espinillas y puntos negros
El alcohol dificulta nuestra piel. Seca la carrocería y promueve la producción de sebo. Los puntos negros y las espinillas se forman con más frecuencia y los poros se vuelven más gruesos. En general, la piel parece impura como resultado.
Además, el alcohol promueve la formación de arrugas: la piel parece más vieja. Los vasos sanguíneos de la cara también se expanden con un consumo elevado, a veces incluso de forma permanente.
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El alcohol promueve la rosácea
Quienes beben mucho alcohol aumentan el riesgo de rosácea. Con esta enfermedad de la piel, la piel de la cara se enrojece constantemente y se forman pápulas y pústulas purulentas.
Los hombres, en particular, desarrollan la notoria nariz roja para beber (rinofima). La nariz se vuelve bulbosa y nudosa. Sin embargo, la rosácea también se presenta en personas que beben poco o nada de alcohol. Es solo una de las posibles causas.
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Faltan importantes vitaminas protectoras
El consumo elevado de alcohol de forma permanente daña el tracto digestivo. Ciertos componentes de los alimentos se absorben mal. El resultado es una falta de vitaminas y oligoelementos. Esto también incluye las vitaminas A y C para la protección de la piel. Por lo general, retardan el envejecimiento de la piel.
Además, el organismo no obtiene suficiente zinc, un oligoelemento importante para la regeneración de la piel. Una deficiencia de vitamina B1 causada por el alcohol puede incluso causar úlceras.
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Forúnculos, verrugas y herpes son buenas cartas
El sistema inmunológico también sufre por el exceso de alcohol. Las defensas del cuerpo se debilitan. Los virus, bacterias y hongos tienen un trabajo fácil: pueden superar la barrera cutánea con mayor facilidad. El resultado: los folículos purulentos, las verrugas, el herpes y otras enfermedades infecciosas de la piel ocurren con mayor frecuencia.
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Las enfermedades de la piel empeoran
Muchas enfermedades de la piel empeoran con el consumo de alcohol. Esto incluye, por ejemplo, psoriasis. Con esta enfermedad, la piel ya es susceptible a la colonización por bacterias, hongos, etc. Debido al sistema inmunológico debilitado por el alcohol, se propaga aún más fácilmente y la inflamación se agrava. El acné, el eccema y la caspa también pueden empeorar si bebe demasiado alcohol.
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Venas rojas en la cara por alcohol
El alcohol dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo sanguíneo. Esto hace que la piel se enrojezca y sude más rápido. Cualquiera que beba demasiado alcohol a largo plazo corre el riesgo de enrojecimiento y formación de venas en la piel, especialmente en la cara.
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El alcohol hace arrugas y reseca la piel
Además, el consumo excesivo de alcohol debilita el tejido conectivo. A la larga, la piel pierde su elasticidad y elasticidad y aparece hinchada e hinchada. También se favorece la formación de arrugas, entre otras cosas por el efecto secante del alcohol. Además del agua, el alcohol también elimina importantes nutrientes de la piel, que necesita para un cutis fresco.
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El alcohol debilita el sistema inmunológico de la piel
Las defensas naturales de la piel también se debilitan. Es más sensible, más propenso a la inflamación y menos cicatrizante. Puede producirse picazón y descamación. Aumenta el riesgo de enfermedades de la piel. Cualquiera que ya padezca enfermedades como neurodermatitis, psoriasis, eccema o rosácea corre el riesgo de empeorar los síntomas.
En los alcohólicos, la piel a menudo reacciona a un hígado dañado reduciendo el vello corporal. Además, el consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de la mucosa oral y genital. No solo porque la toxina actúa sobre la piel misma, sino también porque el alcohol interrumpe la función de reparación del ADN.
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El alcohol facilita las imperfecciones de la piel
Las imperfecciones cutáneas también pueden aparecer o aumentar con el consumo regular de alcohol, ya que se estimula la queratinización de la piel y aumenta la producción de sebo bajo la influencia del alcohol. Los poros se obstruyen y aparecen granos y puntos negros.
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El alcohol hace que crezcan depósitos de grasa debajo de la piel
Los depósitos de grasa también crecen bajo la influencia del alcohol. Dado que el cuerpo siempre se enfoca primero en la descomposición del alcohol, otros procesos metabólicos en el cuerpo se ralentizan.
La quema de grasa se ralentiza y se almacena más energía en las células grasas. Además, el alcohol es como una gran comida para el cuerpo. La citotoxina apenas se diferencia de la grasa en términos de su balance calórico: un gramo de alcohol tiene siete kilocalorías, un gramo de grasa nueve.
Además, cuanto más alto es el nivel de alcohol, mayores son los antojos de platos abundantes. Muchas personas consumen calorías adicionales en forma de papas fritas, papas fritas, salchichas o pizza.
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