Teletrabajo y ocio en casa en la pandemia aumentaron un 5,4% los aparatos electrónicos

El incremento del tele-trabajo y del ocio familiar dentro del hogar derivaron en un incremento del 5,4 por ciento de la puesta en el mercado de aparatos eléctricos y electrónicos en 2020, de los que España recicla el 51 por ciento, seis puntos por encima del objetivo obligatorio del 45 por ciento que fija la Unión Europea.

Los datos forman parte del ‘II Informe Anual de Recyclia sobre tendencias en la industria de la gestión de aparatos electrónicos y pilas en España’, que el sistema integrado de gestión ha presentado este lunes en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI).

El estudio refleja que según los últimos datos disponibles, de 2018, España consiguió recuperar el 44 por ciento de materiales para incluirlos de nuevo en el ciclo de producción, una cifra superior a la media europea, que es del 38 por ciento, y de países como Francia (34%), Dinamarca (36%) o Alemania (37%).

Por otro lado, el estudio de Recyclia analiza el impacto de la pandemia del coronavirus en los aparatos electrónicos y las pilas en 2020, un año en el que se comercializaron un total de 747 millones de aparatos, lo que representa un 1,8 por ciento más que en 2019 y que equivale a 1.042.000 toneladas.

Además, los aparatos electrónicos de uso doméstico crecieron un 5,4 por ciento, a consecuencia del incremento del teletrabajo y del ocio en el hogar. Precisamente, Recyclia constata el «fuerte repunte» de monitores y pantallas, que aumentó un 27,4 por ciento; seguidos por los aparatos pequeños de informática y telecomunicaciones (24,2 por ciento). Por el contrario la demanda de aparatos profesionales cayó un 9,5 por ciento respecto a 2019 a consecuencia fundamentalmente de la menor actividad empresarial y del cierre masivo de oficinas.

En todo caso, de todos los aparatos eléctricos puestos en el mercado en 2020, los dispositivos profesionales representaron el 21,6 por ciento del total, un 2,7 por ciento menos que en 2019. En cuanto a las pilas y baterías, los fabricantes introdujeron en el mercado 607 millones de pilas y baterías, un 4,5 por ciento más que el año anterior.

Para la consultora de AFI, Ana Domínguez, el cambio de dinámicas ha generado una mayor demanda y vaticina que en los próximos años crecerá el reciclaje de paneles solares y de baterías de litio de la nueva movilidad eléctrica, ya que según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) el Gobierno estima que en 2030 circularán en España unos 5 millones de vehículos eléctricos.

«Esta estrategia requiere una visión integral que asuma la capacidad de reutilización o reciclado de baterías», ha defendido, porque en el mejor de los casos una batería de un coche eléctrico dura unos 10 años.

En ese sentido, ve «importante» dotarse de capacidades industriales de reutilización, acondicionamiento y reciclado de baterías, pero urge a una «regulación» para evitar las divergencias y la falta de estandarización de las baterías, que «complica» las actividades de tratamiento y gestión.

A nivel económico, el informe estima que el sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y pilas y baterías generó un Valor Añadido Bruto (VAB) de 1.100 millones de euros en España en 2019, lo que implica un crecimiento del 15,7 por ciento frente al generado un año antes, que fue de 955 millones de euros.

Además, la capacidad del sector para generar puestos de trabajo en la denominada «economía verde» también creció en un porcentaje similar (15,8%) hasta los 19.000 empleos y aportó 176 millones de euros al Estado por recaudación fiscal.

Durante la presentación, el consejero delegado de Recyclia, José Pérez, ha defendido que estos datos reflejan «muy claramente» la «robustez de un modelo de gestión que demuestra un alto valor social para transitar hacia un esquema productivo circular y sostenible».

Pérez ha añadido que el informe señala que el efecto directo, indirecto e inducido del reciclaje de Raee y pilas y baterías supone un 6,5 por ciento del total de la industria de gestión de residuos de todo tipo en España, con un crecimiento de 0,6 puntos respecto al año anterior. Esto refleja el crecimiento de este tipo de residuos, sin duda asociado al uso cada día más intensivo de tecnología por parte de los ciudadanos», comenta.

Por ello, Pérez espera que el Parlamento escuche las aportaciones de Recyclia al proyecto de ley de residuos y suelos contaminados que tendrá una «gran capacidad de influir» en la gestión de los residuos, «un sector de importancia» por su contribución a la economía nacional.

NICHO DE MERCADO

En ese contexto, Pérez defiende que España tiene un gran «nicho de mercado» en este ámbito, pues hasta ahora los flujos de baterías de coches eléctricos y de paneles solares que llegan para su gestión es «pequeño» y no han justificado grandes inversiones en esta materia, pero calcula que en unos cinco años el crecimiento será «importante».

Así, ha precisado que los paneles solares tienen una vida media de 20 a 25 años, de modo que los que empezaron a instalarse en 2005 «en el boom» comenzarán a retirarse en 2028, una fecha en la que estima que el flujo de gestión será de unas 30.000 toneladas y de 90.000 toneladas en 2035. «Con la movilidad eléctrica pasa parecido. Cada vez va a ir a más y será necesario contar con infraestructura. Este es un nicho inversor importante», ha asegurado.

Durante la presentación, el presidente de AFI, Emilio Ontiveros, desea que la batalla por la sostenibilidad se convierta en una forma de impulsar las economías y, que los 800.000 millones de euros del plan de impulso europeo de los que el 40 por ciento supongan un «efecto multiplicador significativo».

Finalmente, el presidente de Recyclia, Luis Pérez Bermejo ha defendido la necesidad de avanzar en un esquema productivo circular porque la demanda de aparatos eléctricos y electrónicos no deja de crecer, por lo que el compromiso con la gestión en un entorno futuro de desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático «es ineludible».