España ganó el pasado miércoles a Kosovo, 0-2. Lo hizo tras llegar para conquistar un nuevo territorio del que pocas veces antes se habían enfrentado, y de paso, a esperar a Grecia en el otro partido del grupo, que ganó con soltura a Suecia en un partido donde los de Atenas echaron un cabe a 'La Roja' de Luis Enrique. Decimos que echaron un cabe porque en este partido, exceptuando Unai Simón (que salvó a España) y Ferrán Torres, el combinado nacional pudo salir escaldado.
España, que andaba muy necesitada de puntos para su clasificación al Mundial de Qatar de 2022, hizo un partido venido a menos. A priori, parecía un rival asequible, puesto que Kosovo es de las selecciones menos potentes del grupo y una de las que parecía abocada a no entrar en la siguiente fase. Pero las dudas y el mal juego dejaron eso al traste, y España tuvo que hacer frente a un partido que no dio fortalezas. Ahora bien, ¿qué hay que mejorar para el próximo encuentro ante Italia? Lo repasamos.
5Ni presión ni bandas

Este partido ante Kosovo dio una clara muestra de otros fallos y errores que terminaron por condicionar a España, más allá del resultado. Entre tanto, lo que se vio es la nula presión que se ejerció. De hecho, las llegadas apenas se contaron en los primeros 60 minutos de juego. Así, y si lo comparamos con partidos como el de Georgia, España no presionó en ningún momento. Los kosovares estuvieron cómodos, incluso cuando encajaron el primer gol, lo que les permitió atacar y mantener el 1-0 hasta casi el final, llegando vivos a diferentes partes del encuentro.
También se vio que no se aprovechó las bandas para hacer daño a Kosovo. Ni los laterales llegaron a zonas altas del campo, ni los extremos trataron de desbordar mucho por el carril. España se limitó a ocupar el área, mientras los centrocampistas trataban de romper a Kosovo por dentro.