Dentro de la historia del Real Madrid ya hay un nombre que ha quedado grabado para siempre y ese no es otro que el de Florentino Pérez. Para Ángel Di María eso ha quedado más que claro y eso se comprueba para él de forma muy fácil: por como maneja al club. Además de los títulos que se han conquistado bajo su mando, que son bastantes y lo ponen a rivalizar con Santiago Bernabéu, el hecho de que el actual mandatario blanco sepa como controlar tan bien al club y tenga una capacidad especial para hacer grandes negocios lo coloca en otro nivel que difícilmente otros puedan igualar a lo largo de la historia del club.
Su contribución en el Real Madrid ha sido determinante en los últimos años; pero a pesar de eso Di María no guarda un muy buen recuerdo de él. En una entrevista reciente que otorgó a ‘TYC Sports’, el argentino repasó varios momentos claves de su carrera y por supuesto que se detuvo un buen momento para hablar de su paso por el cuadro merengue, en el que llegó en el 2010 y se quedó hasta el 2014; sin embargo, de haber sido por él se hubiese quedado mucho más tiempo, pero el «Chiquito que lo maneja todo» eso no pudo ser. Rápidamente y por el apodo que lo colocó a Florentino Pérez se ve que no le guarda muy buenos recuerdos y todo se debe a la seguidilla de desencuentros que fraguaron su salida.
La lesión que lo complicó todo en el Mundial de Brasil 2014
Ya se ha visto con jugadores como Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos que para negociar un aumento salarial con Florentino Pérez hay que esperar a que sea él quien lo ofrezca; porque todos sus movimientos están medidos de forma ideal para el beneficio del club merengue y de no ser así no los hace. Esa renovación de Di María no estaba como una prioridad y así se fue al Mundial de Brasil 2014 con ese asunto pendiente; pero al no querer ceder ninguna de las partes, el presidente blanco comenzó a meditar en la posibilidad de traspasarlo, en un momento en el que generaría unas ganancias descomunales al estar en un gran momento de su carrera. No obstante, en el duelo ante Bélgica de cuartos de final, el mediocampista se lesionó y puso en peligro todos los planes.
