Lasaña: errores que cometes y te arruinan el plato

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La lasaña es un plato que le suele encantar a los más pequeños de la casa (y a los más mayores). No tiene nada que ver una casera con una precocinada. Por lo que no te lo pienses y en lugar de comprarla hecha, intenta hacerla en casa.

Este plato no es tan laborioso como se cree y te va a llevar mucho menos tiempo del que te piensas. Además, tiene sus truquillos para que te quede jugosísima y no se seque. A continuación, te mostramos los errores que cometes y te arruinan la lasaña.

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TAPA LA LASAÑA CUANDO LA HORNEES

Lasaña en el horno, reseca si no la tapas

Una vez tengas la lasaña montada, precalienta el horno a 180º. Cuando veas que está caliente introdúcela en el aparato. Para que la parte de arriba no se te haga más rápido que el fondo, tápala con papel de aluminio durante el primer cuarto de hora de horneado.

Cuando transcurra ese tiempo, saca la lasaña y quítale el papel de aluminio (pero no dejes la puerta del horno abierta para que no se vaya el calor). Entonces, pon la función de grill para que se funda el queso de la capa de arriba. Con otros 10 minutos debería estar en su punto. En ese momento, apaga el horno y deja que la lasaña repose dentro hasta que os pongáis a comerla. ¡Qué aproveche!

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