Tres beneficios de los paneles sándwich para cubiertas y techos

A muchas personas que realizan una obra en casa les ha pasado: cuando terminan, caen en la cuenta o alguien les sugiere una opción mejor. La solución idónea no era la que eligieron, sino otra diferente con la que se hubieran ahorrado un problema posterior.

Si esto te ha ocurrido, no te preocupes. Suele pasar. Hay inconvenientes y detalles que solo podemos observar a posteriori. Más aún, si no somos expertos en la materia de la que se trate. Por eso, la experiencia es un grado, y la mayor parte de las personas no harían las cosas exactamente igual de tener la oportunidad.

Evidentemente, hay problemas que se pueden anticipar si contamos con el asesoramiento adecuado. Hoy vamos a explicarte en qué consiste el panel sándwich, y por qué es una opción con muchas ventajas cuando se trata de reformar cubiertas y techos.

Qué es el panel sándwich

Hasta hace unos años, los paneles sándwich eran una solución popular en el sector industrial, donde priman elementos de instalación rápida. Sin embargo, con el paso de los años han ido adquiriendo protagonismo también en la construcción de viviendas, hasta convertirse en uno de los materiales más utilizados para satisfacer un amplio rango de necesidades.

De esta forma, en la actualidad los puedes encontrar como cobertura de edificios residenciales, en ambientes comerciales, como revestimiento exterior o como elemento de sectorización interior de espacios varios.

Están formados por un núcleo interno compuesto de espumas rígidas de poliuretano, recubierto a ambos lados por dos láminas de acero finas y resistentes. Se trata de un material con muy buenas prestaciones técnicas: ofrecen un excelente aislamiento térmico, gran resistencia, pesan poco, tienen un grosor variable y adaptable a las necesidades y se instalan fácilmente.

Las ventajas del panel sándwich

Estas prestaciones técnicas han convertido a los paneles sándwich en uno de los materiales estrella para ingenieros, arquitectos, montadores y particulares, que encuentran en ellos un material versátil y barato, capaz de proporcionar soluciones a múltiples problemas, como puedes comprobar en este enlace.

¿Qué ventajas ofrecen? Podemos resumirlas en tres principales:

  • Su versatilidad: pesan poco, pero al mismo tiempo tienen una gran capacidad aislante y son muy resistentes. Esto los hace idóneos para instalaciones interiores y exteriores, evitando la colocación de otros materiales de mayor impacto, como paredes de ladrillo. Además, esta versatilidad también se manifiesta en que permiten la apertura del techo, de modo que contaremos con un cerramiento no permanente.
  • Ofrecen una larga vida útil sin necesidad de mantenimiento y son de fácil reparación o sustitución si los paneles resultan dañados. Además, al producirse en masa son muy baratos. Todo esto los convierte en una opción muy económica.
  • Son de instalación sencilla, lo que ahorra en costes de obra.

Por estos motivos, los paneles sándwich se han convertido en una solución recurrente en reformas y nuevos proyectos de edificios, viviendas particulares y locales. Una opción muy habitual es su uso para techos:

  • Son muy útiles en la instalación de techos móviles, en los que permite cerrar por zonas alternando sol con sombra, o jugando a conveniencia en función de la posición del sol.
  • También se instalan como techo fijo, cuando se necesita un cerramiento en el que prime la privacidad o la creación de sombra.
  • Puede combinarse la instalación de hojas de panel sándwich con hojas de vidrio, creando así zonas de sombra de forma selectiva.

En definitiva, una solución versátil y barata, que poco a poco va imponiéndose frente a otras soluciones constructivas.