El Corte Inglés empezará a vacunar en junio a los empleados de sus centros de la Comunidad Valenciana, tras haber recibido autorización por parte de la Generalitat Valenciana, mientras que trabaja para ampliarlo a más comunidades autónomas en España, según confirmaron fuentes de Aecoc.
Desde la patronal del gran consumo consideran que con esta autorización de la Generalitat Valenciana se da un «paso importante y adelante» en la colaboración público-privada que venían solicitando para acelerar el proceso de vacunación en España. «Esperamos que este ejemplo se dé en otras comunidades autónomas», han señalado.
En concreto, la firma presidida por Marta Álvarez, una de las 20 que solicitó permiso a la Conselleria de Sanitat valenciana, empezará a vacunar el próximo 8 de junio a los 7.500 empleados que tiene en la región con sus servicios médicos para lo que ha puesto a disposición el centro de Ademuz en Valencia y el de Federico Soto de Alicante.
Esta vacunación se enmarca en el acuerdo alcanzado a principios de mayo por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones con la CEOE y la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) para que se pudiera acelerar la vacunación en España.
La vacunación de la Comunidad Valenciana se preveía en el acuerdo ‘Sumamos’, firmado entre la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, la CEV y la Generalitat, que tiene como objeto facilitar la vacunación de los empleados de las compañías más importantes de la región.
Las empresas seleccionadas deberán cumplir los procedimientos sanitarios que se están llevando a cabo para el resto de la población, además de vacunar a su personal según la cohorte que se establece desde Sanidad y al mismo tiempo que se hace al resto de población. Es decir, vacunarán a sus trabajadores en función de la franja de edad que esté recibiendo la vacuna en el resto de la Comunidad, según informó la Conselleria de Sanidad.
LAS EMPRESAS APUESTAN POR LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
Según informa el diario digital ‘Vozpopuli’, para participar en este modelo de colaboración, las empresas deben tener un servicio sanitario propio y un número de empleados lo suficientemente grande, que supere los 400 trabajadores, como para poder justificar la conveniencia de emplear sus propios centros en lugar de que sus empleados deban desplazarse a los centros de vacunación masiva.
La patronal del gran consumo denunció hace unas semanas el bajo ritmo de vacunados en el sector, ya que solo el 1,5% de sus trabajadores (comercios, industria alimentaria y sector primario) había tenido acceso a la vacuna, cuando fueron reconocidos como trabajadores esenciales durante la crisis sanitaria, pero no han recibido este reconocimiento a la hora de la vacunación.
Las empresas del sector volvieron a ofrecerse a colaborar con el sistema público de salud, poniendo a disposición «todos sus medios disponibles» para intentar agilizar el proceso de vacunación.
Las firmas ofrecían a las diferentes regiones un plan de apoyo para la administración de las vacunas por varias vías, desde las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social con lo que se podría vacunar a cerca de 18 millones de trabajadores, a través de los servicios sanitarios de las empresas o mediante la contratación voluntaria de los medios externos necesarios para vacunar a sus trabajadores.