Combatir la obesidad infantil, un problema aún más creciente con la pandemia: estas son las claves

La prevalencia de obesidad infantil ha aumentado “a un ritmo alarmante” en los últimos años, en opinión de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con el último estudio ALADINO sobre la situación actual de la obesidad infantil en España, el 40,6% de niños españoles entre 6 y 9 años tiene exceso de peso; y de estos, el 23,3% está en niveles de sobrepeso, mientras que el 17,3% sufre obesidad.

Además, según alerta Ruth Capitán, pediatra del Hospital Quirónsalud Córdoba, la pandemia ha empeorado estos datos: “Antes de la pandemia de COVID-19, la obesidad y el sobrepeso ya eran un problema que afectaba a muchos niños y, aunque todavía no hay datos del impacto de la pandemia, se estima que el peso de cada paciente se ha podido incrementar entre 2 y 4 kilos de media en los niños que partían de una situación de sobrepeso».

A su juicio, a esto ha contribuido la prolongada estancia en los hogares durante el período de confinamiento, con la limitación de la movilidad, y con el no poder realizar ejercicio físico; algo que en definitivo ha aumentado más el sedentarismo entre los menores. Apunta igualmente a la facilidad de acceso a la comida de manera continuada, “a veces para romper el aburrimiento o disminuir la ansiedad que la situación nos generaba la pandemia ha aumentado el consumo de alimentos azucarados e hipercalóricos”.

Algo en lo que coincide la doctora Laura Remedios, pediatra especialista en Endocrinología del Hospital Quirónsalud Toledo, quien alerta de cómo la obesidad infantil ha experimentado un” importante incremento en las últimas dos décadas”, lo que cree que ha hecho que se afiance en España el término de “obesidad epidémica”, favorecida por los hábitos alimentarios y sedentarios, sobre los que reitera que es importante incidir.

Y es que, uno de los principales problemas que derivan de la obesidad y del sobrepeso infantil, según prosigue la pediatra de Quirónsalud Córdoba, la doctora Capitán, es que estas patologías repercuten directamente en su salud y predisponen al desarrollo de enfermedades consideradas del adulto y que cada vez aparecen de forma más precoz en los niños; tales como la hipertensión, las dislipemias (alteraciones de los niveles de proteínas y lípidos en sangre), las complicaciones cardiovasculares, los problemas osteoarticulares y la diabetes, entre otros.

“El mantenimiento de un peso normal garantiza un crecimiento adecuado físico, psíquico y social del menor y esto se consigue de una manera multidisciplinar (pediatras, nutricionistas, psicólogos, familias y profesorado). Los cambios positivos en el estilo de vida del paciente repercuten tanto en su salud como en su calidad de vida física y emocional”, asegura la doctora Capitán.

Es más, ve preciso comprometerse a mejorar el estado nutricional de los niños, ayudando y apoyando a los pequeños y a sus familias a revertir esta situación. “El principal objetivo debe ser promover la alimentación de calidad y los hábitos de vida saludables, planificando la dieta de manera que sea nutritiva, divertida y saludable, y combinarla con actividad física y ocio activo, evitando tantas horas delante de dispositivos electrónicos», resalta la experta de Quirónsalud Córdoba.

En ese sentido, la doctora Capitán recuerda las principales recomendaciones de la Estrategia NAOS para revertir la obesidad infantil:

  • Beber agua.
  • Aumentar el consumo de frutas y de hortalizas, así como de legumbres, cereales integrales.
  • Aumentar la ingesta de pescado.
  • Reducir la ingesta de grasas saturadas.
  • Reducir la ingesta de azúcares.
  • Reducir la ingesta de sal.
  • Mantener un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada, que sea adecuada para la fase de desarrollo del menor.

Igualmente, la pediatra de Quirónsalud Córdoba señala que el fomento de las dietas saludables y de la actividad física regular son factores esenciales en la lucha contra la epidemia de obesidad infantil. “Los padres pueden influir en el comportamiento de sus hijos poniendo a su disposición en el hogar bebidas y alimentos saludables y apoyando y alentando la actividad física. Al mismo tiempo, se recomienda a los padres que tengan un estilo de vida saludable y lo fomenten, puesto que el comportamiento de los niños suele modelarse a través de la observación y la adaptación”, agrega en este sentido la OMS.

LA OBESIDAD AFECTA AL DESARROLLO FÍSICO Y EMOCIONAL

Por otro lado, la doctora Laura Remedios, pediatra especialista en Endocrinología del Hospital Quirónsalud Toledo, destaca que la obesidad afecta tanto al crecimiento como al futuro desarrollo físico y emocional de los menores. De ahí, insiste en la importancia de «acudir a un especialista que aporte su experiencia tanto en Endocrinología como en Pediatría, lo que ayudará a manejar mejor la evolución de la patología en menores».

Ambas especialistas insisten en que la atención en los servicios de Pediatría es “totalmente segura” ya que, al menos en el caso de sus centros, disponen de circuitos y de espacios diferenciados de atención, tanto en Urgencias Pediátricas como en consulta, por lo que recomiendan no dejar de acudir ante cualquier anomalía o signo que pueda alarmar a los padres por miedo al contagio; siempre teniendo en cuenta las medidas de prevención generalizadas, como el mantenimiento de la distancia social, el uso de mascarilla y el lavado de manos frecuente.