Periodistas sobre Burkina Faso: «Sin periodismo de denuncia, no hay libertad»

El Colegio Vasco de Periodistas y la Asociación Vasca de Periodistas han expresado su convicción de que los asesinatos de dos compañeros en Burkina Faso reafirman la idea de que «sin periodismo de denuncia, no hay libertad»

La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha confirmado este martes que los dos periodistas de Barakaldo (Bizkaia) y Pamplona (Navarra) que habían sido dados por desaparecidos tras un ataque por un grupo armado este lunes en el este de Burkina Faso han sido asesinados.

Los dos fallecidos realizaban un documental sobre los esfuerzos de las autoridades de Burkina Faso para proteger los parques naturales del país frente a la caza furtiva y las comunidades que habitan en ellos.

En un comunicado, tanto el colegio como la asociación han manifestado su pesar por el asesinato de ambos profesionales de la información, que «han muerto de servicio, con la pluma y la cámara en sus manos», mientras trataban de «informar y denunciar el tenebroso mundo de la caza furtiva en este país africano».

Además de trasladar sus condolencias a las familias de las víctimas, han expresado su «más enérgica repulsa por las amenazas, secuestros y, en este caso asesinatos, de profesionales que ejercen valientemente su labor de informarse para informarnos».

Según han precisado, aunque el «sentir y dolor informativo esté volcado hacia el mal de la covid-19», que actualmente «agobia», noticias «de grueso calibre» como los asesinatos de los dos periodistas, «hacen reflexionar del riesgo que supone informar».

«Es posible que hayan sido asesinados porque se han tropezado con grupos yihadistas y/o más probablemente porque estaban denunciando la caza furtiva; ambas razones tienen detrás poderosas razones económicas que seguramente hayan podido ser el espoletazo para asesinar a nuestros compañeros de profesión», ha indicado.

A su juicio, que los culpables «sean o no pertenecientes a tan potentísimos lobbies, no solo no reduce sino que acrecienta el «pesar e incluso el miedo a informar» y «relanza» su «idea motriz de que sin información, sin periodismo de denuncia, no hay libertad».