La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado al Banco Santander a devolver a tres clientes de la entidad un total de 660.000 euros comercializados con el producto ‘Valores Santander’.
Los fallos, de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, fueron dictados a finales de marzo y difundidos este mes de abril. Se corresponden con inversiones de 500.000, 100.000 y 60.000 euros en estos valores, adquiridos en 2007 y transformados en acciones en 2012.
En una de las resoluciones se establece que los afectados por este «complejo» producto tienen al menos 15 años para reclamar por los daños sufridos, plazo a contar desde el momento del canje por acciones.
En el supuesto de mayor montante, el de 500.000 euros, la sala ha estimado el recurso de apelación formulado por una empresa contra la sentencia dictada hace un año por el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Santander. Ha sido revocada para aceptar la pretensión subsidiaria del demandante y que el banco le abone la indemnización equivalente a la diferencia entre lo inicialmente invertido (500.000 euros) y el valor de las acciones en el momento de su conversión.
El segundo caso también se admite la apelación y se deja sin efecto una resolución previa del mismo órgano judicial, para condenar nuevamente a la entidad financiera a restituir a los demandantes la diferencia entre los 100.000 euros inicialmente invertidos en ‘Valores Santander’ y el valor de las acciones a fecha del canje.
Finalmente, el tercer caso es de 60.000 euros suscritos por un cliente que no es inversor profesional ni le constan productos anteriores complejos, tan solo acciones y fondos de inversión tradicionales. La AP estima parcialmente el recurso de apelación del Santander contra la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 7, que se revoca únicamente en el sentido de dejar sin efecto la condena al pago de los intereses.
Los abogados defensores señalan que ‘Valores Santander’ es un producto «fraudulento» con el que la entidad «obtuvo 7.000 millones de euros de sus clientes gracias a los cuales pudo adquirir el banco holandés ABN AMRO», y que «hoy en día siguen produciendo grandes pérdidas de capital a más de 120.000 clientes del banco».