Andrés Perelló (UNESCO) defiende a los periodistas y dibujantes «perseguidos»

El embajador de España ante la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el dirigente del PSOE Andrés Perelló, ha criticado que periodistas y dibujantes son «perseguidos» en muchas partes del mundo.

Así lo ha puesto de relieve en su intervención a ante el Pleno del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, donde ha advertido de que «la información y la comunicación están infectadas por el virus de la falsedad» y ha añadido que «los periodistas y los dibujantes, todavía perseguidos y privados de libertad para ejercer su profesión en muchas partes del mundo, evidencian otra vertiente insoportable de esta llamada nueva normalidad en el primer cuarto del siglo XXI».

En su intervención, Perelló ha indicado que «la pandemia ha desnudado de tapujos la realidad» y «la ha puesto frente a frente», y ha defendido que UNESCO ha hecho un «esfuerzo ingente por la respuesta a la situación tan repentinamente sobrevenida como inesperada».

Asimismo, el embajador de España ante la UNESCO ha declarado que los Derechos Humanos son «objeto de una relativización en varias partes del mundo, que parece evidenciar un intento de superar el orden establecido en esta materia en la década de los 40 del siglo pasado y no precisamente para bien».

Respecto a la educación, a su juicio, se ha evidenciado, «con toda su crudeza, la brecha de la pobreza, la de la desigualdad y la enorme brecha digital». «No es verdad que todo lo presencial se haya podido suplir con lo virtual, sobre todo porque ya lo presencial tenía muchas carencias en muchos pueblos del planeta», ha subrayado.

Por otro lado, se ha referido al mundo de la cultura y ha manifestado que «ha sufrido un duro golpe», que no sólo ha privado de ella quienes la pueden disfrutar como espectadores de alguna de sus manifestaciones, «sino que ha dejado maltrechos a quienes la nutren con su creatividad y actividad, sea teatral, cinematográfica, que es positiva y en cualquiera de sus manifestaciones. Creadores, artistas, sectores culturales atraviesan la peor de las épocas en más de un siglo», ha recalcado.

A su juicio, el Patrimonio Mundial «ha visto diezmada su financiación, afectando su mantenimiento y casi desaparecida la posibilidad de su contemplación», mientras que la ciencia «ha vuelto a ser puesta a prueba, no sólo en su capacidad de respuesta que parece estar dándola, sino en prioridad de servicio».

«Ha de evidenciar a quién sirve primero la ciencia, si al ser humano o al capital de los beneficios de sus avances. La batalla por la obtención de la vacuna va a ser un buen escaparate para dar respuesta a esa duda. Si una vez más los pobres son los últimos en los avances de la ciencia, en este caso de las vacunas, habrá muchas consideraciones que poner sobre la mesa, sobre todo en la UNESCO», ha afirmado.