Un acusado de difundir el ideario yihadista se declara inocente

Dos acusados de delitos relacionados con el terrorismo yihadista por sus publicaciones en redes sociales han negado los cargos en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional. Uno de ellos, el que se enfrenta a los cargos más graves por presunta integración en organización terrorista, ha defendido que las búsquedas que hizo en Internet sobre Estado Islámico obedecían a «mera curiosidad».

Hamdi al Bakri y Abdul Hakim Chukair, ambos de origen sirio y residentes en España, están acusados respectivamente de integración en organización terrorista o, alternativamente, de colaboración con organización terrorista, por un lado, y de enaltecimiento terrorista, por otro. La Fiscalía pide diez años de cárcel por el delito de integración y ocho por el de colaboración, en el caso de Al Bakri, y tres años de prisión para Chukair.

El Ministerio Público acusa a Al Bakri de ejercer de «amplificador» del mensaje de Estado Islámico en redes sociales, especialmente Facebook, con el «evidente propósito» de captar adeptos para la organización terrorista. En su escrito, destaca que «no solo se nutría de material poseído y adquirido por él, sino que formaba parte de grupos en aplicaciones como WhatsApp relacionados directamente con la organización terrorista».

Al Bakri, que llegó a España en los años 80 y se afincó en Valencia donde se dedica a la venta ambulante, se ha declarado «no culpable», asegurando que solo utilizaba Facebook para hablar con familia y amigos. «No lo usaba para propaganda», ha afirmado.

A preguntas de la fiscal acerca de sus visitas a web sobre Estado Islámico y su pertenencia a diferentes chats donde se difundían noticias sobre Daesh, el acusado ha explicado que cuando la organización terrorista irrumpió en la guerra civil de Siria, en 2014, quiso saber «quiénes eran». «Mera curiosidad», ha aseverado, apostillando que cuando vio lo que eran dejó de indagar. «No estoy con ellos, estoy totalmente en contra», ha remachado.

Así, ha atribuido a un error el hecho de que le diera un ‘me gusta’ a una imagen en la que se mostraba a los fallecidos líderes de Al Qaeda y Estado Islámico, Usama bin Laden y Abú Bakr al Baghdadi, respectivamente, junto a la frase ‘este cachorro de aquel león’. Según el acusado, se equivocó con los emitoconos: «Quería poner ‘enfadado’ y no me salía, a veces se me engancha el ordenador, he puesto ‘me gusta’ sin querer».

Explicación similar ha dado sobre los vídeos con imágenes de Estado Islámico que se había descargado, indicando que buscaba las «canciones religiosas», y que suelen aparecer en esas piezas, pero que él no se fija en las escenas que muestran, sino que elegiría el vídeo en cuestión por «el que tiene más audiencia» porque son los que tienen más calidad.

Se ha desmarcado igualmente de los mensajes en los que, conforme ha relatado de la fiscal, habría expresado su deseo de unirse a la yihad (guerra santa) o animado a otros a hacerlo. A este respecto, ha aducido que «la palabra yihad tiene muchos significados: es como resistencia, como guerrilla contra el mal».

El Ministerio Público se ha interesado asimismo sobre sus avisos acerca de la llegada del apocalipsis. Aquí también ha deslindado el contenido de esas charlas en chats y redes sociales del terrorismo yihadista. «Soy un forofo del apocalipsis, me gusta todo el tema del fin del mundo, leer y saber sobre eso», ha replicado, añadiendo que debate sobre ello con musulmanes, cristianos y judíos.

AZNAR, BLAIR Y BUSH «DEBERÍAN PREMIARME»

La Fiscalía le describe en su escrito como «un enfervorecido seguidor de Sadam Husein» que consideraba a Al Baghdadi su «sucesor», razón por la cual habría comenzado a colaborar «intensamente» en la divulgación del ideario de Estado Islámico.

Esta cuestión ha salido a relucir en el juicio por un fotomontaje difundido por Al Bakri en Facebook en el que aparecen Husein y otra persona junto a una frase en árabe que habla sobre la pervivencia del alma después de la muerte.

El acusado ha contado que hizo esa composición como «broma» a un amigo que sí sería fan de Husein y que tendría la teoría de que sigue vivo. Al Bakri habría buscado una imagen de un «beduino» que se parecería al ex presidente iraquí y habría añadido ese texto para seguirle el juego.

En cualquier caso, se ha desmarcado de Husein y Al Baghdadi, argumentando que es «imposible» que el partido Baaz de uno y el Daesh llegaran a unirse porque el primero es «laico» y el segundo «extremo salafista». «Sadam jamás se uniría con ese grupo», ha sostenido.

En el supuesto de que el autoproclamado ‘califa’ sí fuera el heredero político de Husein, ha deslizado con ironía, «deberían premiarme Tony Blair, Aznar y Bush por descubrir que Sadam ha sido terrorista y que la guerra injusta que han hecho contra Irak tenía razón».

RECHAZO A AL QAEDA Y DAESH

El segundo acusado también se ha declarado inocente. Ha negado compartir publicaciones propagandísticas de Estado Islámico o Al Qaeda, a los que ha calificado de organizaciones terroristas y de los que ha renegado. En el caso de Daesh ha señalado que fue «inventada» por el Gobierno sirio para decir que actuaba en nombre del islam pero «no tienen nada que ver» con ello. «Son asesinos salvajes», ha espetado.

Chukair sí ha reconocido que compartió las publicaciones de un ‘jeque’ que en sus vídeos de YouTube decía que «vino a Siria para socorrer al pueblo y salió (de la organización terrorista) diciendo que el Daesh ni es Estado ni es islam y que están haciendo barbaridades, denunciando lo que están haciendo».

Ha admitido asimismo difundir cosas relacionadas con el Ejército Libre Sirio (ELS), uno de los muchos grupos armados que conforman la oposición al régimen de Bashar al Assad, algo que él ha recordado, y con grupos de «autodefensa» que se habrían erigido en las zonas donde tuvieron lugar los ataques con armas químicas.

Preguntado sobre sus vínculos con otro sirio acusado de financiación al terrorismo que está pendiente de juicio en España, Chukair los ha limitado a una relación de «vecinos» porque sus familias viven una junto a la otra en el país árabe.

MEDIDAS DE SEGURIDAD EN EL MÓVIL

En concreto, la fiscal le ha cuestionado sobre mensajes borrados en un móvil suyo donde minimizaría los daños de los atentados de París al compararlos con la guerra siria. «Si he publicado algo de terrorismo fuera de Siria es como recordatorio al mundo de lo que está pasando en Siria, que Siria también existe», ha justificado para rematar añadiendo que «el terrorismo es terrorismo sea en Siria, en Francia o en cualquier parte».

El Ministerio Público también ha recriminado a Chukair que tuviera varias aplicaciones de borrado de contenidos –casi una decena– en su móvil, a lo que Chukair ha contestado esgrimiendo que su teléfono, uno de los «regalados» por las compañías, apenas tenía capacidad y por eso cuando encontraba algún «antivirus» o ‘app’ similar que fuera gratuito lo instalaba.

En cuanto a la aplicación de navegación anónima que también tenía instalada en su teléfono, Chukair ha dicho que no recordaba tenerla y ha sugerido que es posible que sus hijas, que tenían acceso al teléfono, la usaran. «No tengo nada que esconder», ha defendido.

MUERTOS Y DESAPARECIDOS EN SIRIA

En un momento de la declaración, al hablar sobre los lazos que mantenía con su país de origen, Chukair se ha emocionado al recordar que un sobrino suyo murió a manos de la Policía de Al Assad y que otros familiares están desaparecidos.

La hija del acusado, que ha comparecido como testigo, ha ratificado ese relato subrayando que su familia esta viviendo «con mucho padecimiento» la guerra en Siria. «Mi padre condena y rechaza totalmente el terrorismo. Yo nunca le he escuchado ningún tipo de alabanza ni justificación», ha declarado.