El presidente del comité de empresa de Aernnova, Juan Carlos Gómez, ha afirmado que defenderán la nulidad de los 82 despidos previstos en la planta de Berantevilla en el juicio contra el ERE, que se celebra este martes, porque la dirección ha utilizado la pandemia como «excusa» para aplicar una reducción de personal «ya planificada y decidida con anterioridad» al covid.
En declaraciones previas a los medios, durante la concentración que la plantilla ha llevado a cabo ante el Palacio de Justicia de Bilbao, en la que han estado acompañados por trabajadores de ITP-PCB y Tubacex, Gómez ha acusado a la dirección de la empresa de no haber mostrado «en ningún momento ninguna voluntad ni intención de negociar» de cara a sustituir el ERE por algún tipo de ERTE para evitar los despidos anunciados, un total de 82, de los que 55 son de manera «forzosa».
Tal y como ha indicado, este comité ha llegado a este juicio «como ultima medida para buscar la nulidad de los despidos porque han dejado otra alternativa», ya que estaban «dispuestos a aceptar cualquier medida provisional pero la empresa no ha tenido ninguna intención de sentarse a negociar ni explorar otra fórmula alternativa».
En este sentido, ha añadido que nunca se ha puesto sobre la mesa ante el comité de empresa «alternativas» cuando, según ha indicado, «estábamos dispuestos a aceptar cualquier modelo o condición en forma de ERTE». Como ejemplo de la falta de voluntad de la dirección, Gómez ha aludido al mantenimiento de los 55 puestos de trabajo eliminados de forma «forzosa, solo hubieran supuesto estar 11 días más en ERTE este año».
A juicio del presidente del comité de Aernnova en la planta alavesa de Berantevilla, «por desgracia, ha habido que recurrir a los tribunales porque la empresa en ningún momento ha mostrado ninguna voluntad de negociar porque anunciaron un 20% de despidos y han aplicado un 20% de despidos, ni uno menos», ha criticado.
Gómez ha recordado que durante el mes que duró el periodo de consultas, «despreciaron todas y cada una» de sus «propuestas y alternativas al despido colectivo» y decidieron «ejecutar los despidos aprovechando la reforma laboral a pesar de que existían y existen esas alternativas».
AHORRAR COSTES
Desde su punto de vista, la pandemia solo ha sido para la dirección de la empresa «una excusa para hacer limpieza en las plantillas, ahorrar costes y destruir empleos».
El juicio contra los despidos se ha celebrado este mártes tenía que haberse desarrollado el pasado 16 de febrero pero tuvo que ser aplazado al dar positivo por covid uno de los abogados que debía tomar parte en la vista.
En este punto, Gómez ha afirmado que el veredicto judicial respecto a su demanda, va a ser «muy importante», además de para los trabajadores despedidos, para los que se encuentran en idéntica situación en empresas como ITP o Tubacex en la que, según ha denunciado, «también están aprovechandose de una situación totalmente coyuntural por la crisis para hacer unos despidos que ya tenían decididos con anterioridad y por eso ellos también están aquí», ha agradecido.
En esa línea, para el representante sindical, el fallo sobre Aernnova «es fundamental porque puede servir de base para lo que pueda hacerse en otras empresas como ITP o Tubacex y en otras que puedan venir después donde también se recurra al coronavirus como excusa para despedir.
En su opinión, su demanda tiene base jurídica para buscar la nulidad porque «están aprovechando una situación coyuntural que todo el mundo sabe que va a tener solución más tarde o más temprano» y lo que ocurre es «la consecuencia evidente de esa situación». «Pero la empresa siempre ha hablado de problema estructural, cuando nosotros defendemos que, en un contexto como el actual, no debe estar permitido despedir mediante un ERE», ha apuntado.
En el comunicado leído ante los concentrados ante la sede judicial, el comité de Aernnova ha lamentado que «pese a pedir amparo a las administraciones para emplazar a la empresa a buscar fórmulas alternativas», tampoco ellas, ni los partidos que las conducen, «han tenido ninguna voluntad de encontrar otras vías que eviten la destrucción de empleo, después de haber dado millones de euros a la empresa en ayudas y subvenciones».