Frutas radioactivas que consumes día a día

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¿Has pensado alguna vez si los alimentos poseen radiación? En muchas ocasiones de nuestras vidas, hemos querido comer de manera saludable, sin embargo, estudios han revelado que algunas de las frutas que comemos cada día poseen una gran cantidad de radiación aunque las empresas de frutas y verduras registraron exportaciones record en 2020, a pesar de la pandemia, y debes saber que hay frutas que son más sanas si no las pelas.

Los elementos que poseen radiación que consumimos cada día son el potasio y el radio, sus canales son por medio de la tierra y del agua hacia los alimentos que consumimos cada día, a su vez, pueden estar en el aire por la actividad cósmica de varios minerales que son radioactivos.

Asimismo, no siempre la radiactividad que afecta nuestros organismos procede de las fuentes naturales. Elementos como el agua, la tierra y en los mares, emiten radiactividad por operaciones nucleares de los civiles y militares, además, accidentes como Chernobyl y Fukushima, afectaron a la cadena alimentaria dentro del medio ambiente.

Dentro de este grupo, podemos encontrar a los peces, principalmente los mariscos, que son afectados por la radiación, con esto, el ser humano puede verse afectado si se consume diariamente.

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¿La radioactividad en los alimentos es peligrosa?

La respuesta es sí.

No obstante, los alimentos que consumes día a día no poseen o emiten la cantidad suficiente de radiación como para hacerle daño a nuestro organismo, aún así, todo depende directamente de las cantidad de alimentos que consumes cada día y a qué tipo pertenecen.

Sin embargo, los seres humanos por naturaleza estamos expuestos a muchas y diferentes fuentes de radiación. Asimismo, La especialista química Anne Marie Helmestine cita que, “técnicamente, todos los alimentos son ligeramente radiactivos. Esto es porque todos los alimentos y otras moléculas orgánicas contienen Carbono, que existe de forma natural como una mezcla de isótopos, incluyendo el carbono-14 radioactivo”.

Los niveles de radiación que presentan los alimentos por naturaleza generalmente son muy bajos, siendo así seguros para el consumo del ser humano, sin embargo,  el mismo puede tener una variante considerable en cuanto a su geología local, su clima y  hasta las mismas prácticas agrícolas.   

Una pequeña dosis de radiación que podemos recibir de los mismos alimentos o de otros elementos que se encuentran en nuestro medio ambiente, como la arena o el cemento, puede cumplir una función un tanto parecida a las vacunas, debido a que pueden potenciar el sistema inmunológico y al mismo tiempo nos hacen más resistentes a las infecciones.

Este estudio fue concluido por la U N S C E A R, que es el Comité Científico de las Naciones unidas, sobre el efecto de las radiaciones atómicas en abril del 2004

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