Buñuelos de viento: las claves para hacerlos fáciles y en minutos

Los buñuelos de viento son unos dulces típicos de cuaresma y de Semana Santa al igual que las torrijas. Estas pequeñas bolitas dulces suelen ser la especialidad de la temporada y son muy solicitados por los más pequeños.

El origen de la palabra buñuelo es un poco controvertido, porque para unos deriva de «puñuelo», una especie de bolas que hacían los romanos y que amasaban con los puños. Mientras que otros aseguran que proviene del francés «beignet», que hace referencia a una protuberancia.

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Los buñuelos de viento son una especie de pasta hecha a base de harina mezclada con leche, huevo y levadura. Esta masa se moldea en especie de bolas y se fríe en abundante aceite.

Así como hay buñuelos dulces , también los hay salados de calabaza, yuca, bacalao y otros. Específicamente los de viento son fritos y rellenos con crema pastelera, mermelada, chocolate o cualquier otro relleno delicioso y espolvoreadas con azúcar glas.

Los buñuelos de viento hacen su entrada triunfal en el día de los Santos, en España. Pero esta masa no necesariamente debe ser exclusiva de la fecha, también puede ser preparada el resto del año si así lo quisiese.

Además, son un postre delicioso, sencillo y rápido de hacer y es perfecto para las meriendas de los más pequeños e ideal acompañante para grandes con una taza de café.

¿Quién inventó los buñuelos de viento?

¿Quién Inventó Los Buñuelos De Viento?

Sobre la diversidad culinaria y específicamente sobre los dulces buñuelos, la historia es cambiante.

Una de las historias refiere que los judíos sefardíes elaboraban desde el siglo X , estos buñuelos de viento para celebrar la Janucá. En ese entonces eran unos bollos fritos con harina de trigo que denominan bimuelos.

Se dice que es tradicional del día de Los Santos por una modificación cristiana, por la cercanía con la Janucá judía. Así fue como agarró fama y posteriormente los buñuelos se hicieron muy famosos en Madrid, donde llegaron a ser tan populares como los churros.

Algunos dicen que estas bolitas azucaradas también se regalan el día de las vírgenes.

Otra versión de la historia apunta que el romano Catón el Viejo en el siglo II AC , mencionó una receta dulce denominada “globos”, en su libro «De Agri Cultura». Que se podría creer que se trataba de los buñuelos.

Para el siglo XI en la península ibérica, aparece una receta árabe del panadero del rey árabe de Sevilla que se cree hizo los primeros buñuelos preparados con tortitas de masa de agua y harina fritas en aceite hirviendo, durante el asedio en una fortaleza de Málaga.

Se dice que la primera receta saltó más tarde a los vendedores ambulantes moriscos de las zonas de Granada y Sevilla.

Por otra parte, y según las versiones de las historias, la primera receta escrita y en la que aparece con la denominación de “buñuelos”, está redactada en el libro del cocinero mayor de los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV llamado Francisco Martínez Montiño (1763) llamado el “Arte de cocina, pastelería, vizcochería y conservería”.

Y sobre su denominación ‘de viento’ se dice que es debido a que se inflan en la cocción como un globo y quedan huecos. Aunque estos al parecer no se asemejan a los que se realizaban antiguamente, solo mantienen la esencia.

Su procedencia puede que cambie, pero ha sido un dulce predilecto y que encanta a toda la población española y no española. Pues estos buñuelos también son conocidos internacionalmente y preparados tal cual como cita la receta.

Paso a paso para hacer buñuelos

Paso A Paso Para Hacer Buñuelos

Ahora bien, tras conocer parte del nacimiento de estas pequeñas bolas dulces, es tiempo de conocer el paso a paso para hacerlas deliciosas, rápidas y caseras.

Ingredientes

  • 125 gramos de harina
  • 250 gramos de agua
  • 30 gramos de mantequilla
  • 40 gramos de azúcar
  • 1 c/p de azúcar de vainilla
  • 4 huevos
  • La piel rallada de medio limón
  • Una pizca de sal
  • Aceite de oliva (o girasol si prefieres) para freír
  • Azúcar para espolvorear.

Preparación

Coloca el agua en una olla, la mantequilla, el azúcar, también el azúcar de vainilla, la ralladura de limón y la pizca de sal. Llévalo a ebullición y cuando empiece a hervir, vierte la harina de una vez, sin retirar del fuego.

Este paso es fundamental y debes mover con una cuchara de madera hasta que la masa se desprenda de las paredes de la olla. Con cuidado para que todo se integre.

Retira del fuego y deja que la masa enfríe un poco, luego empieza a incorporar los huevos de uno en uno, hasta que el primero no se haya integrado en la masa, no incorpores el siguiente.

Una vez finalizada la elaboración de la masa de buñuelos, deja reposar una o dos horas, de esta manera podrá adquirir más consistencia.

Pasado el tiempo, coloca un sartén con abundante aceite a fuego suave, ve haciendo cucharaditas de masa poco a poco. Echa en el sartén y verás como la masa se inflará.

Ve dando la vuelta para que se doren y se inflen por todos lados. Retira los buñuelos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite, posteriormente pasa los buñuelos a un plato para espolvorearles azúcar.

Recuerda que puedes rellenarlos , abre un pequeño agujero en el centro y con una manga pastelera rellena con crema o chocolate.