Por qué no deberías crujir los dedos

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Crujir los dedos es uno de los hábitos que suelen tener muchas personas en ciertos momentos de su vida. Lo hacen por diferentes factores, puede ser para liberarse un poco el estrés, quizás están aburridos y una forma de pasar el rato es teniendo esta práctica como un juego, y hasta en situaciones de ansiedad es posible ver a personas apuntarse a crujirse los dedos que no es nada ingenuo como pensabas.

Existen fuertes señalamientos de que no es aconsejable sumarse a prácticas de este tipo, ya que podrías verte entre la espada y la pared, y sufrir las consecuencias de esta actividad que quizás en un primer momento la podemos observar que no tiene implicación que cause algún daño.

Sin embargo, tiene riesgos, son los que justamente trataremos en el siguiente material. Quédate hasta el final, porque luego de conocer estos problemas, seguramente evitarás hacerlo nuevamente.

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La baja presión al crujir los dedos

Es importante acotar que cuando pones a crujir los dedos, la articulación sufre de una forma muy abrupta. De hecho, el espacio que existe en los huesos aumentará de tamaño y lo mismo hará el volumen de la cápsula sinovial.

Bajo esta perspectiva, viene a hacerse notar una especie de zona de baja presión la cual significa que los gases van a salir del líquido, tomarán una forma de burbujas y cuando explotan es donde podemos escuchar el sonido tan particular que nos viene a decir que la persona se ha crujido los dedos.

Como dato vinculante, los expertos indican que si bien esta liberación no se detecta tan rápido, la regularidad en esta acción afecta en que las articulaciones se vean gravemente perjudicadas.