La palabra ansiolítico proviene del latín “anxius” que significa “angustiado”, son medicamentos que operan sobre el sistema nervioso central o, para reducir la angustia y la ansiedad a los pacientes y se emplea, para tratar síntomas de nerviosismo, insomnio y ansiedad.
Es un medicamento
Un fármaco ansiolítico ideal, es el que permite aliviar o suprimir los síntomas de la ansiedad, calmando la hiperexcitabilidad nerviosa y disminuyendo la actividad sin generar sedación o sueño, como los hipnóliticos, que en dosis de menor cantidad, actuaran como sedantes, por lo que se ejecutan bien como ansiolíticos, que en la mayoría de los casos se puede emplear para ambos efectos.
Algunas drogas recreacionales, como el etanol, incitan a un efecto ansiolítico. Los medicamentos de este tipo se emplean para tratar problemas psicológicos y somáticos de la ansiedad y casos patológico, así como trastornos de ansiedad.
Los tranquilizantes menores
Estos fármacos, son también denominados tranquilizantes menores; que derivan de una dicotomía con relación a los tranquilizantes mayores, que se conocen como neurolépticos o antipsicóticos.
En el área del medicamento ansiolítico, existen una tendencia que se considera uno de los primeros comienzos graduales, que generan pesadez y sueño, la sedación es una sustancia química, que deprime el sistema nervioso central y estos componentes pueden generar, que el ser humano entre en coma o hasta la muerte.
Tipos
El medicamento ansiolítico, también esta interrelacionada con diversos tipos de fármacos como los barbitúricos, meprobamato y el benzodiacepina, ésta última conocida como diazepam, que poseen los mismos componentes, y esta definición se basa en la realidad impuesta por la evolución histórica de este fármaco.
El medicamento barbitúrico, es derivado del ácido barbitúrico, que es un compuesto orgánico basado en la estructura de la pirimidina, actuando como un sedante del sistema nervioso central, produciendo un amplio esquema de efectos que pueden ser desde una suave sedación, hasta la totalidad de la ansiedad.
La meprobamato, es un compuesto químico orgánico de los carbonatos, que se considera depresor del sistema nervioso central y posee propiedades semejantes, a los barbitúricos.
La benzodiacepina, medicamento que se emplea para las terapias de ansiedad, insomnio y otros estados efectivos, como la epilepsia, abstinencia alcohólica y espasmos musculares.
Peligros y efectos al consumir ansiolíticos
Estos medicamentos se recetan cuando la ansiedad es tan fuerte, que limita la actividad rutinaria del paciente. Pero inclusive, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, reconoce que no es correcto emplearlas en casos no patológicas, y que más bien, debe ser un apoyo al paciente, para buscar los mecanismos de la lucha contra la ansiedad.
Efectos
Las benzodiacepinas, son el conjunto de medicamentos que pertenecen los ansiolíticos, accionando directamente en el cerebro, logrando que la información trasladada entre las neuronas sea más lenta, lo hacen aumentando la acción de un neurotrasmisor, denominado GABA, que les indica a las neuronas ir más lentas. Por tal motivo, posee importantes efectos secundarios:
- Pueden «enganchar». Uno de los principales problemas al usar estos medicamentos, es ser dependiente y lo que puede ocasionar. Si se detiene automáticamente puede provocar síndrome de abstinencia, cono cefaleas o nerviosismo. Por ello, el especialista no lo indica a la ligera a menos, cuando sea necesario para el paciente, y es primordial que siga las indicaciones tal cual como se lo indique el doctor, y no consumirlo más tiempo de lo establecido.
- Crean tolerancia. Es decir, con el tiempo su efectividad es menor, con una sola dosis ya que produce efectos secundarios, si se toma más de lo debido.
- Te pueden «debilitar». Somnolencia, dificultad para concentrarse, reducción del estado de alerta, mareos y debilidad muscular, probablemente son otros efectos secundarios, de los ansiolíticos. Por tal motivo, si el doctor aconseja ingerirlos, la recomendación es no conducir mientras lo realices, sobre todo al comienzo del tratamiento, que es clave para medir la efectividad del fármaco.
El buen empleo de los ansiolíticos
Si se revisa los anuncios de este tipo de medicamentos, se puede comprobar que está indicado en casos de intensa ansiedad, y debe consumirse en un tiempo determinado. ¿Pero realmente se hace un uso prudente de ellos? Al parecer no es así, ya que si se toma en cuenta, es el tercer fármaco más consumido por los españoles, luego del tabaco y el alcohol, según el ministerio de salud de la nación hispana.
Asimismo, se calcula que las personas que consumen ansiolíticos, lo realizan durante 8 años, estadística que no tiene que ver, que el 50 por ciento de los españoles hallan tomando esta droga. Los motivos por lo que un ser humano puede acabar ingiriendo estos medicamentos, son diversos: dificultar para conseguir el sueño, vivir en traumas, inconvenientes en el trabajo o personales.
En ocasiones, muchas veces se debe al poco tiempo y poder económico. El doctor los indica, sin buscar otras opciones con menor efecto secundario. Según un estudio en España, existe mayor consumidor de ansiolíticos, mayormente por la falta de trabajo, lo que es un excelente ejemplo de esta tendencia en el peligro de la automedicación.
Aleja la ansiedad sin medicamentos
El buscar el origen de la ansiedad es fundamental que para ser útil, este proceso puede ser muy largo, pero para superarla posees varias opciones:
- Con plantas. La rhodiola es una planta muy útil para la ansiedad ocasional, ya que ayuda a adecuarse a nuevas casos. La valeriana, la pasiflora, el espino blanco y la amapola de California, se invita a usarlo por ser un tranquilizante.
- La terapia psicológica. Es otra opción que se debería tomar en cuenta porque, además tranquilizar los síntomas, suministra instrumentos, para cambiar nuestra repuesta ante situaciones, que pueden originar ansiedad. El problema es que muchas veces el paciente no avanza en la primera consulta; en vista que, el 60 % de los ansiolíticos, se prescriben en esa primera visita al médico, por lo que no es recomendable aplicar este tipo de métodos.
Buscar el origen de la ansiedad para controlarla
Autocontrol. Respirar profundamente puede ayudar muchas veces. Agarra aire por la nariz y expúlsalo lentamente por la boca, hasta que noten que se vacían los pulmones. Repite esta acción varias veces. Un automasaje suave en el pecho también ayuda a relajarse, en casos puntuales. También puedes realizar, círculos con la punta de los dedos lentamente en el sentido de las aguas del reloj a la altura del esternón.
A través de la alimentación. Existen comidas que permiten superar los casos de ansiedad. Ejemplo, el germen de trigo es rico en vitamina B, al balancear el sistema nervioso de manera natural. Otro ejemplo son las almendras, ricas en zinc que afina la acción de las neuronas.
