Va a hacer un año desde que tenemos que usar mascarillas de forma obligatoria, aunque más que de forma obligatoria es necesaria, ya que esta es la que puede ayudarnos a frenar los contagios.
En estos últimos días las mascarillas, en especial las del tipo FFP2, están en el punto de mira. El motivo es sencillo, el número de contagios no para de crecer y cada poco tiempo vemos variantes nuevas de la Covid-19, como son la británica o la sudafricana.
Algunos países han regulado el uso de las mascarillas FFP2 en espacios públicos y, en nuestro propio país, algunas comunidades han pedido que sean obligatorias.
PROBLEMÁTICA DE LAS MASCARILLAS FFP2
Las mascarillas FFP2 tienen una capacidad de filtración mucho mayor que otras mascarillas, incluso que las quirúrgicas. Este tipo de mascarillas tiene una eficacia del 92% frente a la Covid-19, aunque por lo que más destacan es porque protegen tanto a uno mismo como a los demás del contagio.
El problema que ha surgido en torno a estas mascarillas es que son mucho más caras que las quirúrgicas, esto hace que muchas personas no puedan permitírselas. Por este motivo, hay muchas quejas en cuanto al precio e incluso el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha reclamado públicamente al Gobierno que baje el IVA de las mascarillas FFP2.
La bajada del IVA en este tipo de mascarillas supondría un precio más asequible para los ciudadanos y, como consecuencia, aumentaría el número de personas que utilicen este tipo de mascarillas y el contagio del coronavirus podría frenarse notablemente.
Mientras tanto, ha pasado como en otras situaciones, y es que han creado mascarillas FFP2 falsas para aprovecharse de la gran demanda de este tipo de mascarillas. El mayor problema reside en que las mascarillas falsificadas ponen en riesgo la salud de las personas que las utilizan al no cumplir con las exigencias que tiene que cumplir las homologadas y que hacen que sean tan efectivas.
Por este motivo, es muy importante saber distinguir una mascarilla FFP2 homologada y una falsificada.
