Tanto la lejía como el amoniaco se han convertido en dos productos muy utilizados el apartado de la limpieza. Si antes éramos cuidadosos con los hábitos en casa, ahora con esta nueva realidad que vivimos como consecuencia del Covid-19, podemos decir que el ser humano se ha visto en la necesidad de reforzar la higiene en el hogar. El virus está en todos lados, además de la mugre que puede llegar a casa con el día a día.
Tenemos que establecer este análisis, para que de una vez por todas sepas cuál conviene usar. Si es lejía o amoniaco. Sobre todo con las ventajas que puedes sacar de ambos productos. Muchas personas creen que el mismo, pero en este artículo te indicaremos la alternativa más idónea que te ayudará enormemente a desinfectar, que es lo que se busca en todo momento. ?¡No te pierdas los detalles!
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La limpieza que todos quieren tener. Lejía y amoniaco se imponen
En los hogares españoles la lejía y el amoniaco se han posicionado de muy buena forma en el gusto de las personas. De hecho, son productos casi que imprescindibles, y mucho más en estos tiempos donde el reforzamiento de la limpieza ha llegado a la mente de todos los ciudadanos. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que hay usos que la verdad no te ayudan en ambos casos.
Es decir, no podemos concatenar el amoniaco con la desinfección, ya que su punto fuerte está más bien como desengrasante. En este sentido, debes saber que la lejía te ofrece una mejor desinfección y te permite lograr mayor efectividad en el proceso.
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Usa más lejía
No con esto queremos decir que el amoniaco no tiene sus especificaciones. Lo que ocurre, es que, el tema en cuestión es lograr una mejor desinfección. Es por ello, que te recomendamos con todas las de la ley que utilices lejía. Claro está, la utilización de este tipo de productos en la limpieza debe ser llevada a cabo con mucha responsabilidad, pues tiene efectos nocivos para la salud.
Es de reconocer que el amoniaco también tiene su lado bueno, por lo que dependiendo del caso, puedes usar la lejía para desinfectar o el amoníaco para otros apartados donde tiene una eficiencia superior a la de su adversario. Desde luego, sin combinar productos.
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Dos productos que no debes dejar a un lado
Si bien es cierto que para la desinfección la sugerencia es irse con todo con la lejía, el amoniaco lo deberías tener dentro de ese kit básico pero muy importante en la limpieza del hogar. Ambos tienen realmente sus ventajas, y la aplicación no va en los mismos escenarios. Por ejemplo, si diluyes lejía en agua, puedes disminuir contaminaciones en la cocina.
Mientras que si te vas por amoniaco, puede ayudarte en un sentido amplio siendo un perfecto desengrasante cuando tengas manchas, o quieras darle brillo a los cristales. Es así, como sus usos podrán darte una mayor experiencia en todo sobre el hogar, pero tienes que considerar para qué aparato o sitio tiene los mejores beneficios para ti.
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Cómo usar la lejía
Es el desinfectante que te ofrecerá excelentes resultados. Pero, insistimos en la necesidad de que los utilices con muchos cuidados, porque también puede desencadenar alergia y hasta intoxicaciones. Para que le saques el máximo partido, te puedes apuntar a la limpieza de los electrodomésticos, sanitarios, la parte de los grifos, puertas, armarios, y hasta las superficies de la cocina.
Aquí tienes todas las de ganar, porque son espacios donde generalmente ocurre mucha contaminación. Gracias a su poder de definición, la lejía te solventa de una manera rápida y eficaz.
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Sácale partido al amoniaco
Ya tenemos en cuenta que la lejía es la que mejor desinfecta. No obstante, tenemos que desvelar que el amoniaco se destaca con su poder como desengrasante. Le puedes sacar provecho en casa cuando tengas que acabar con manchas, o quieras darle un nuevo aire a las ventanas, cuadros, o desees limpiar los vidrios de cristales. Es más, la televisión, que muchas personas no suelen limpiar, tienes la forma de hacerlo con amoniaco sin problema de que se te vaya a dañar.
En dado caso el olor te sea muy fuerte, hay otra alternativa, y es diluir un poco de vinagre en agua, y luego utilizar un trapo limpio para limpiar superficies. Siempre ten tus guantes de limpieza para evitar el contacto con la piel. Cuidado con los ojos o la nariz y partes del cuerpo.
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Detalles a la hora comprar lejía y amoniaco
A pesar de su efectividad, es preciso que te apuntes a las versiones comerciales que ya vienen diluidas. Como otra alternativa, podrías diluirla tú mismo en agua, para que luego la utilices en las superficies que requieras. Con este tipo de procesos, lograrás mitigar el impacto que suele tener en la lejía y el amoniaco en la salud humana.
Del mismo modo, como te hemos indicado que su olor es demasiado fuerte, lo que puedes hacer es dejar ventanas y puertas abiertas para que limpies y el olor se vaya de los espacios de tu casa. Recuerda, si tienes niños pequeños no es recomendable que limpies cuando están en el hogar, porque seguramente no lo podrán soportar.
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No debes mezclar los productos
Los errores se pagan caro. En estos momentos no se debe permitir el cruce de los productos, porque pueden ocasionar problemas. Y es que, te hemos desvelado para qué situaciones conviene más utilizar la lejía y el amoniaco.
Entonces, el hecho de querer lograr una mayor efectividad no pasa por la mezcla de ambos productos, los mismos pueden traer reacciones químicas de alto riesgo. Así que, cuando debas usar lejía para desinfectar, ya sabes que es mejor que el amoniaco, que en cambio te dará funciones como desengrasante para algunas cosas de la casa.
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Consejo importante
De ahora en adelante ya tienes un avance de cómo y bajo qué criterios debes utilizar la lejía o el amoniaco.
Esto es importante, porque seguramente cometes algunos fallos con la limpieza, y con este conocimiento tendrás en cuenta cómo sacarle el máximo partido a los productos de limpieza que tienes en el hogar. Por supuesto, con la garantía de que todo estará limpio como se quiere en cada momento.
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