El Cid: los errores históricos de Amazon Prime que no se le perdonan

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En silencio intensamente llorando, volvía la cabeza, los estaba mirando. Su mujer, rota, con una mano en la cabeza del marido y otra en el hombro del hijo, que le consuela. Yace sobre una mesa de madera, con las manos ensangrentadas por una grave herida abierta en el torso. Como puede, abraza a su pequeño Ruy, a quien le dedica su último aliento. “Ruy, mi espada. Con esto puedes conseguir todo”. Más grande que él, la toma por el pomo y la empuñadura, resbalando por el pecho de quien perece. Del que nace la nueva leyenda: El Cid, en Amazon Prime Video.

Quizás la introducción te suene de algo. Pues hace un par de días, comenzábamos de tal forma en el diario un artículo en el que, a falta de horas para el estreno de la gran apuesta El Cid, comentábamos de manera superficial algunos de los errores históricos que la serie de Amazon Prime Video había cometido.  Fruto de la anacronía entre tiempos distintos. Que quizás, y solo quizás, a un espectador común no le hace daño. Pero a un contador de historias, más aún a cualquier historiador o crítico de series, crisparía.

Tales son los errores que El Cid ha perpetrado en su primera temporada, que muchos se atreven a compararla con un intento de Juego de Tronos de flojera. Algo que no puede escudarse ni en las palabras del creador y responsable de la ficción, José Velasco: “En El Cid nos hemos permitido muchas licencias, como también se las permitió el Cantar de mio Cid”. ¿Quieres conocer los detalles acerca de todo lo que te aguarda, y el calibre de los mismos? Adelante. Así es El Cid, de Amazon Prime Video.

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Las licencias no son un buen salvoconducto en una serie histórica como El Cid

Aunque este “biopic de acción” de El Cid se trate de un producto de ficción, con las licencias creativas que suelen implicar este tipo de producciones, la nueva apuesta de Amazon Prime Video contiene un montón de invenciones e imprecisiones históricas. David Porrinas González es el autor del exitoso El Cid. Historia y mito de un señor de la guerra. Considerada como mejor biografía publicada sobre el Campeador, héroe por todos conocido. Fue entrevistado por el periódico El Español, donde desveló gran parte de las anacronías. Además de confesar que la serie le ha gustado, y donde compartió los momentos que más le engancharon.

Porrinas González manifestaba la necesidad de haber contextualizado mejor la serie. El Cid, de Amazon Prime Video, tiene su punto de partida en la batalla de Atapuerca (1054), que enfrentó a Fernando I de Castilla contra su hermano Sancho III de Pamplona, quien resultaría muerto. Ampliando así los dominios del reinado, que incluía también León: en 1037, el soberano leonés Bermudo III falleció en la batalla de Tamarón, y los derechos al trono pasaron a su hermana Sancha, esposa de Fernando, pero en esa época las mujeres no podían gobernar.

Además de las imprecisiones históricas mencionadas anteriormente, Porrinas González hace mención de algunos más que podemos presenciar en El Cid. Como el uso de la ballesta de estribo, que en realidad se generaliza a partir de mediados del siglo XII. O la celebración de una justa, un espectáculo caballeresco que no se había implantado en tiempos del Cid.