La cocina india puede parecer complicada por la cantidad de preparaciones e ingredientes que, en ocasiones, piden sus recetas. Pero podemos tomarnos muchas licencias para inspirarnos en su gastronomía y así preparar platos tan sabrosos, fáciles y económicos como este curry suave con gambas congeladas. No hace ni falta acordarse de descongelarlas. Es un plato que además se puede adaptar sobre la marcha al gusto, para crear nuestras propia versión a la que poder recurrir siempre que queramos comer o cenar bien sin complicaciones.
No te cortes en usar la mezcla de especias que más te guste, añadiendo condimentos picantes o alguna guindilla al sofrito, si te gustan los sabores más picajosos. Esta vez hemos preferido ofrecer un condimento suave apto para todos los paladares. En lugar de espinacas puedes incluir espárragos verdes finos, judías verdes redondas, tirabeques o guisantes. O, simplemente, abundante cilantro fresco justo antes de servir, si eres de los que adoran esta hierba tan aromática. La leche de coco le da una cremosidad, sabor y suavidad muy especial, pero se puede sustituir por nata líquida, yogur griego o queso fresco batido desnatado.
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Ingredientes
La verdad es que para este tipo de receta vas a necesitar muchos ingredientes. Pese a esto, vas a poder encontrarlos de manera fácil en cualquier supermercado. Estas son las cantidades para cuatro personas.
Compra 450 gramos de colas de gambas congeladas, peladas crudas o cocidas, una cebolleta no muy grande y un pimiento verde italiano. Tendrás que usar también un trocito de jengibre fresco pelado, 1/4 de cucharadita de ajo granulado, una cucharadita de curry molido y media cucharadita de cúrcuma molida.
Por otro lado, usa media cucharadita de comino molido, una pizca de canela molida, 250 gramos de tomate troceado natural y leche de coco o nata o queso cremoso, aproximadamente tendrás que usar 200 ml. Termina con brotes de espinacas frescas u otra verdura cocinada previamente y que sean unos 150 gramos, pimienta negra molida, sal y aceite de oliva virgen extra.
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Preparación de las gambas con curry
Saca las gambas congeladas con antelación para descongelarlas lentamente en la parte menos fría de la nevera, sobre una rejilla encima de un plato. Si no nos hemos acordado, poner en un colador y descongelar bajo el agua del grifo. Secar bien con papel de cocina.
Pica muy fina la cebolleta y el pimiento, sin las semillas. Calienta un poco de aceite en una cazuela y pocha suavemente la cebolleta con una pizca de sal, unos cinco minutos. Añade el pimiento y rehogar el conjunto cinco minutos más. Añade todas las especias y un buen golpe de pimienta, y remueve bien, dejando que suelten su aroma.
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Sigue preparando la receta de gambas
Echa las gambas, subiendo el fuego, y saltea brevemente para que cojan color y se impregenen de las especias. Añadir entonces el tomate, remover y agregar un poco de sal. Baja el fuego y mantener la cocción unos cinco minutos. Si lo quieres un guiso más caldoso, agrega agua o caldo al gusto.
Añade las espinacas, remueve integrándolas hasta que se reduzcan, y echa la leche de coco. Remueve, cocina un minuto y prueba, ajustando las especias o la sal al gusto.
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Acompañamiento del curry
Indudablemente, un curry de este tipo pide buen arroz de grano largo para acompañar, tipo basmati, aunque cuscús tampoco le iría nada mal, fusionando culturas. Pan naan o chapati para mojar sería otro buen acompañamiento, mojando bien la salsa.
Podemos tomarlo con un extra de brotes de espinacas o de otras hojas verdes que nos gusten. Además podemos servir nuestra ración con cilantro fresco, perejil, albahaca tailandesa o chile fresco en rodajas.
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Consejos para el curry de gambas
Actualmente, se encuentran en Europa curries dulces, fuertes y muy fuertes. una composición clásica incluye por ejemplo, cúrcuma, comino, cilantro, pimienta, clavo, cardamomo, jengibre, nuez moscada, tamarindo y guindilla, aunque existen muchas otras mezclas.
En Sri Lanka, se añade leche de coco o yogur, en Tailandia pasta de gambas desecada, en la india los curris son untuosos, secos o en polvo, y su color va del blanco al pardo dorado o verde, pasando por el rojo.
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Otra receta
En primer lugar, pelamos las gambas dejándoles las colas, y con la ayuda de un cuchillo limpiamos las gambas. Una vez limpias las enjuagamos y las ponemos en un bol, con el zumo del medio limón, y lo dejamos reposar 5 minutos. Mientras en una tabla pelamos y cortamos finamente la cebolla. En una sartén ponemos el aceite y sofreímos la cebolla a fuego medio hasta que se dore. Pelamos y cortamos el jengibre en trocitos muy pequeños.
Para que el clavo sea más aromático lo machacamos en el mortero. Una vez la cebolla este dorada añadimos a la sartén la canela en rama, los clavos molidos, el cardamomo, los ajos picados, la cúrcuma y el jengibre. Si usas curry preparado únicamente el ajo, el jengibre, la canela y la cucharada de curry. Rehogamos durante un minuto añadimos la pimienta de cayena y la leche de coco. Dejamos que arranque el hervor y cocinamos todo a fuego medio unos 3 minutos. Por último, añadimos las gambas y dejamos hervir todo 5 minutos más. Es muy importante que las gambas no se cocinen mucho más tiempo, la carne se estropea y se vuelven harinosas.
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