¡Un dragón en el mar! El descubrimiento más sorprendente de la Tierra

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Tal vez mucho más que ningún otro grupo de científicos, son los arqueólogos, paleontólogos y antropólogos los que siguen alimentando nuestra imaginación infantil. Ellos son quienes desentierran dinosaurios, fósiles de animales extintos, objetos de civilizaciones desaparecidas...incluso dragones, o algo que se le parece mucho. Los millones y millones de años de prehistoria siguen siendo para nosotros un periodo prácticamente desconocido, lleno de misterios, de especies exóticas y del que no sabemos muy bien qué podemos esperarnos.

Lo ignoramos casi todo de esa época, y por eso es normal que, de cuando en cuando, seamos testigos de descubrimientos y hallazgos increíbles. Y eso es precisamente lo que les he pasado a un grupo de estudiosos en Reino Unido. Y es que no es cualquier cosa descubrir una nueva especie, y menos cuando se trata de un animal marino prehistórico que recuerda antes a una criatura de Juego de Tronos que a un organismo animal de los que estamos acostumbrados a ver.

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Pariente lejano del dragón

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Lo que este hallazgo en las costas inglesas sugiere es que tal vez los dragones no sean solamente fruto de nuestra imaginación. Llevamos viendo dragones en películas y cuentos desde nuestra infancia. En los últimos años, la exitosísima serie Juego de Tronos ha vuelto a poner de actualidad a esta mítica criatura voladora que echa fuego por la boca. Solo esto último, lo de echar fuego por la boca, resulta a priori imposible en el bicho que se ha descubierto. Y es que por más que haya cambiado el mundo, parece imposible que un animal marino pudiese echar fuego por la boca bajo el agua.

Por no exagerar más de la cuenta, habría que reconocer que, evidentemente, no se trata de un dragón como tal. Pero los propios científicos reconocen que esta especie parece un pariente lejano de estas criaturas míticas y producto de la imaginación. Y la gracia de esto es que, aunque el descubrimiento ha sido analizado por expertos en la materia, el descubridor fue un cazador de fósiles aficionado que lo encontró en la costa de Dorset, en Reino Unido.

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