Aspirina: los otros usos más allá de un dolor de cabeza

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El ácido acetilsalicílico ha sido uno de los mejores inventos de la humanidad. La también llamada aspirina la llevamos utilizando desde hace décadas para curar los dolores, sobre todo el de cabeza. Pero este fármaco tiene otros usos. Y es que la aspirina también sirve para aliviar las inflamaciones. Pero no es recomendada antes de las operaciones, ya que es anticoagulante de la sangre, es decir, hace que vaya más líquida.

Esto, en caso de una hemorragia, puede hacer que las plaquetas no actúen correctamente y no taponen la herida. Pero, por otra parte, muchos doctores la recetan para el corazón. La aspirina va bien para la alta tensión y problemas cardiacos. El ácido acetilsalicílico proviene de la corteza del sauce. Esta corteza tiene una sustancia amarga y amarillenta que fue sintetizada por primera vez en 1853. Pero fue en 1897 cuando se creo la aspirina tal cual la conocemos. Fue en los laboratorios Bayer. Vamos a ver qué otros usos que no conoces tiene la aspirina.

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Aspirina: Callos en los pies

Las aspirinas también nos pueden ayudar con las durezas o callos que nos salgan en los pies. Estos se producen debido a un mal apoyo. Para ablandar los callos deberás tener a mano unas 5 o 6 aspirinas.

Con ellas, debes aplastarlas y mezclarlas con media cucharadita de zumo de limón y un poco de agua. Ahora deberemos mezclar todo hasta que se haga una pasta. Cuando la tengamos, la aplicaremos por las zonas callosas de los pies.

Cuando tengamos la pasta puesta, deberemos cubrir el pie con una toalla caliente y posteriormente con una bolsa de plástico. Deberemos tenerlo así durante 10 minutos. Esto ablandará el callo. Ahora pasamos piedra pómez sobre ellos y se suavizarán.