Esto es lo que tienes que andar para adelgazar: trucos y consejos

Este año hemos echado en falta muchas cosas. Pero, durante los más o menos dos meses y medio que duró el confinamiento domiciliario, echamos de menos sobre todo caminar, poder salir a andar sin rumbo. Una actividad física moderada, sin fatiga de ningún tipo, pero al mismo tiempo muy sana y saludable. Tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, pues está más que demostrada que salir a pasear contribuye a mejorar de forma notable nuestro estado de ánimo. Y, en caso de que estemos pensando en adelgazar, salir a caminar debe de ser uno de los pilares de ese proceso.

Pero, por supuesto, no vale con andar hasta la vuelta de la esquina o con darse un paseíto de quince minutos. Sin duda que eso nos vendrá bien y nos hará sentir mejor, pero si lo que queremos es adelgazar deberemos esforzarnos un pelín más para conseguirlo. Si queremos tomarnos en serio el adelgazamiento, y quitarnos unos cuantos kilos de encima, tampoco nos valdrá caminar de cualquier manera, con las manos en los bolsillos y mirando a las musarañas. Existen ciertas técnicas y formas de caminar que nos hacen perder peso a una mayor velocidad.

Ritmo y velocidad

Andar

Otra de las preguntas estrella cuando uno se plantea ponerse a caminar como forma de perder peso y hacer algo de deporte. Además de la distancia adecuada, lo ideal es imprimirle un cierto ritmo a nuestra caminata para que notemos los efectos aeróbicos del ejercicio y nuestro organismo se active. Los expertos señalan que es necesario encontrar un punto medio que no sea ir corriendo pero tampoco paseando como un dominguero. Hablando en números, el Colegio Americano de Medicina del Deporte ha calculado que la velocidad perfecta ha de oscilar entre los 4,8 y los 6,4 kilómetros por hora. 

No obstante, no es necesario que sigamos un ritmo constante desde el comienzo hasta el final de nuestra caminata. Para poner a prueba el organismo e ir acostumbrándolo al ejercicio, podemos ir pasando por fases con distinta intensidad y velocidad de paseo. Lo ideal es empezar a un ritmo natural, sin forzar nada e ir poco aumentando la velocidad. De este modo, nuestra frecuencia cardiaca irá incrementándose poco a poco y quemaremos una mayor cantidad de grasa en nuestro organismo.