Claves para una mudanza sin agobios según una discípula de Marie Kondo

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Este año hemos pasado más tiempo en casa que nunca antes. Y eso, irremediablemente, nos ha hecho ver nuestra casa y nuestra habitación con ojos muy distintos. ¿Por qué está todo tan desordenado?, ¿por qué tengo tantas cosas que no necesito?, ¿por qué no encuentro las cosas que realmente necesito utilizar?, ¿cómo afecta a mi estado de ánimo vivir en este desorden y con esta acumulación de cosas? A todas estas preguntas, y a alguna más, se intentó responder en una sesión de la iniciativa “Nuevos tiempos, nuevos iniciativas” que promueve Citroen.

“Este año nos hemos dado cuenta de la importancia que tienen el confort y el orden”, abría la sesión Concha Caja, responsable de comunicación de la empresa automovilística. “El confort y el orden nos permiten disfrutar de los espacios al máximo posible”, continuó. “Y, como este año muchos hemos pensado en cambiar de casa, hemos hecho esta sesión para saber cómo mudarse y cómo hacerlo bien”. Precisamente de eso estuvo hablando Vanesa Travieso, una organizadora profesional que se ha formado en Estados Unidos con la célebre Marie Kondo. 

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Mes y medio de mudanza

Y es que, según indica Travieso, “hacer una mudanza es una de las mejores oportunidades que tenemos para descartar y liberarnos de cosas, de cosas que no sabíamos que teníamos. No nos podemos llevar a nuestra casa nueva todo lo viejo, lo que no usamos y no necesitamos. Porque luego, si nos lo llevamos todo, no vamos a saber qué hacer con esas cosas: nos vamos a agobiar o se van a quedar en una caja por los siglos de los siglos”. Y, con todo ese tiempo por delante, esta organizadora sugiere una metodología para hacer nuestra mudanza sin ninguna clase de agobio”.

“Lo primero que hago es conseguir las cajas, y para eso me pongo en contacto con una empresa de mudanzas. Y luego voy habitación por habitación. Por ejemplo, en el baño voy guardando todas esas cosas que sé que no voy a necesitar el mes siguiente y las guardo. Hago eso y voy tirando cosas que no voy a necesitar. Las cajas las vamos etiquetando y, en una hija, vamos apuntando todo lo que hay dentro de cada una de ellas para no volvernos luego locos”. De este modo “tienes el número de cajas y lo que hay en cada una. Así, el día de la mudanza ya sabes de primeras dónde tiene que ir cada caja”. 

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