Ni un triste «gracias»: la dura realidad del teletrabajo

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Este 2020 que ya está a punto de terminarse ha sido un año extraño e inusual en todos los sentidos. Pero tal vez en tanto que trabajadores y empleados nos haya descolocado más que nada. De la noche a la mañana nos vimos abocados al teletrabajo y todo lo que implica: peor comunicación con jefes y compañeros, no disponer de una espacio adecuado para trabajar en casa, largas horas en soledad, jornadas laborales que se extienden más allá de lo que deberían, programas informáticos que no funcionan y fallan constantemente..Así han sido estos nueve meses de 2020 para los teletrabajadores.

Aunque trabajar en casa nos ha ahorrado tiempo y quizás nos ha permitido estar más cerca de la familia, también ha generado ansiedad e insatisfacción. Y una sensación, muy extendida entre los teletrabajadores, de que nadie les ha reconocido el esfuerzo extra que han debido hacer este año. Así lo determina una encuesta recientemente publicada por OnePoll, una consultora estadounidense dedicada al análisis de tendencias sociales.

 

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Trabajar lo justo

teletrabajo

Los datos de la encuesta de OnePoll respaldan ese hecho. Un 68% de los teletrabajadores encuestados así lo suscriben, quienes reconocen que evitan trabajar a tope en la medida en que nadie en la empresa se percatará de su esfuerzo extra. Dentro de ese grupo, un 29% admite que solamente hace el trabajo que se espera de ellos sin esforzarse en ir un poco más allá. Por otra parte, hay un 26% que dice haber empleado muchas horas de su tiempo libre en completar tareas pendientes para el trabajo. 

Se les consultó a los participantes qué sería necesario para que empezasen a notar el agradecimiento y reconocimiento por parte de sus jefes. Para el 34% era suficiente con un simple “gracias”, y la segunda frase más deseada, con un 32% es “aprecio y agradezco lo que estás haciendo”. Pero hay otras variantes, como “eso que has hecho ha sido de mucha ayuda”, “el trabajo que hiciste quedó muy bien” o “eso era exactamente lo que me esperaba de ti”.Muy pocas palabras y, además, no cuestan dinero.