Es un problema de lo más común en los usuarios de teléfonos Android. Sobre todo si no te has comprado el modelo más puntero del mercado y su memoria interna es bastante limitada. De pronto, casi de un día para otro, notas que el teléfono se ralentiza, todo va peor y cualquier función agota el teléfono móvil. La memoria está a punto de llegar al límite, y tampoco es que hayas hecho nada extraordinario con el teléfono.
Toca borrar aplicaciones que no uses demasiado, vídeos y fotos que te envían por WhatsApp, canciones…Pese a todo, el teléfono continúa renqueando, no funciona igual que antes y ya no sabes qué hacer. Este un problema que lastrará tu teléfono Android durante un tiempo a no ser que tomes medidas drásticas. Llegará un punto en el que incluso se te apagará o se te bloqueará del todo porque la memoria no da más de sí.
2Fuera aplicaciones
Este debería ser el primer paso para aligerar nuestro dispositivo. Es doloroso pero necesario. Las aplicaciones suelen ser los archivos que más pesan y, generalmente, además del peso que ellas tienen de por sí, suelen llevar los archivos asociados que descargan. Escoge aquellas que nunca utilices, o que utilices muy poco, y deshazte de ellas.
Si te cuesta decidirte, puedes recurrir a los datos y a las estadísticas para que no haya lugar a dudas. En tu cuenta de Google Play puedes ver qué aplicaciones son las que menos usas, con cifras de tiempo exactas, y en función de eso tomar una decisión. Unas de las aplicaciones que más espacio ocupan en la memoria del teléfono móvil son los juegos, así que pueden ser los primeros candidatos a irse a la papelera.
