Al final lo importante es ganar dinero y hacer negocio. Da igual que sea vendiendo chorizos, software o coches. Las empresas son empresas de algo, venden un producto o servicio determinado que sus empleados fabrican o llevan a cabo. Pero hay ocasiones en las que a los responsables de marketing o a los directivos de la empresa se les ocurre vender u ofrecer algo que nada tiene que ver con el producto en el que están especializados. Como si en la frutería de la esquina empezasen a vender ordenadores.
Son casos extraños y ciertamente poco comunes. Chispazos poco comprensibles de creatividad o locura que dejan a los consumidores descolocados. Pero, realmente, los que se dedican al marketing o a la publicidad saben lo que hacen. Si una empresa tiene marca y prestigio, cualquier cosa que venda se va a comprar. Sean chorizos o coches.
3Las salchichas de Volkswagen
Es extraño que sean sobre todo las empresas que fabrican coches las que tengan que recurrir a estos procedimientos tan extraños. Volkswagen, por ejemplo, no solamente produce coches, sino que tiene un departamento destinado a fabricar…¡salchichas! En el país bávaro parece que son toda una tradición las salchichas que hace la célebre marca de automóviles.
Y no es algo nuevo ni una ocurrencia reciente del departamento de marketing. Ya allá por 1938 Volkswagen creó un departamento de la empresa destinado única y exclusivamente a la comida, aunque no solo a las salchichas. Con el tiempo se fueron especializando en el producto por excelencia de la gastronomía alemana y, a día de hoy, producen más salchichas que coches. Casi 8 millones de salchichas fabrican cada año frente a los poco más de seis millones de vehículos. Casi 30 trabajadores tiene Volkswagen haciendo salchichas.
