Sin duda ha sido una de las noticias más sorprendentes en un año cuanto menos movido en la Fórmula 1. Y más tratándose del que acompaña a uno de los contendientes más serios al título: Honda se despide de la categoría. Y con ello deja a Red Bull y a su joven estrella, Max Verstappen, con todas las preocupaciones en busca de un nuevo motorista de cara al próximo 2022.
Porque la importancia del hecho es que Honda ha anunciado que su abandono de la competición será cuando concluya la temporada 2021. Es decir, hasta entonces, seguirá ligada tanto con Red Bull como con AlphaTauri en busca de nuevas victorias y peleas por el mundial. Sin embargo, y de cara a la nueva reglamentación técnica de 2022, los japoneses abandonarán el barco. Un barco al que se subieron sin la fuerza necesaria en 2015 con Fernando Alonso y McLaren, y posteriormente con Red Bull y su filial. Lo deja, precisamente, cuando están en su mejor momento. Repasamos su corta andadura en la Fórmula 1.
6Red Bull y la Fómrula 1 son las grandes damnificadas: tendrán que buscar un nuevo acompañante

Esta historia deja, sin lugar a dudas, damnificados. Como lo fue en su etapa con Fernando Alonso y McLaren, ahora los que salen mal parados son los del equipo Red Bull, quien se queda huérfana de cara a la regulación, y con más enemigos que amigos en el acotado mundo de los propulsores de la Fórrula 1.
Y es que, con ya solo tres motores (Mercedes, Renault y Ferrari), deja en evidencia a una Honda, que se había cerrado en banda para cambiar las regulaciones -alegando el infausto gasto realizado en su eterno I+D-, deja hoy un mensaje vacío en un corto periodo en la Fómrula 1 que, de momento, se irán con las manos vacías en cuanto a campeonatos.
Es por esto que los de Milton Keybes ahora tienen que buscar un sustituto. No será fácil. Mercedes ya suministra motores a tres equipos además de la escuadra oficial, Williams, McLaren y Racing Point, que el año próximo será llamado Aston Martin. Ferrari, por su parte, ya cuenta con dos socios: Alfa Romeo y Haas. Por último, la relación de Red Bull con Renault no acabó bien antes de unirse a Honda. Pero las necesidades provocan, a veces, cambios radicales en poco tiempo.