La pulsera mágica que te curaba de todo y otros productos que hoy sabes que no servían para nada

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Nuestras madres y sobre todo nuestras abuelas se han rodeado toda la vida de ciertos objetos que decían que tenían unas ventajas y realmente no servían para nada. Las pulseras mágicas, las enciclopedias, los libros de viajes, ungüentos u otros tipos de cosas que están por casa cogiendo polvo. Tras haberse gastado el dinero, se han dado cuenta de que su utilidad era nula.

De ello se ha encargado muy mucho la teletienda y los charlatanes a domicilio. Si querías un colchón, veías que anunciaban en televisión el más cómodo del mercado. Pero además del colchón te regalaban una pulsera que cura tus males, una máquina de masajes y la enciclopedia rusa del percebe. Pues nuestras abuelas decían que, para adelante, que todo, en algún momento serviría. Hoy, vamos a dar un repaso a esos objetos que tenemos por casa y que al final nunca los hemos estrenado.

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Figuritas de comuniones y bodas

Todos tenemos por casa una bolsa de almendras azucaradas y una figurita y postal de comunión del sobrino o del primo tercero de nuestra bisabuela. Un objeto que se entregaba como detalle por una celebración y que a todos los invitados en aquella época les hacía muy feliz. A día de hoy hemos determinado que solo son objetos atrayentes del polvo que no tienen más utilidad.

Realmente no nos interesa que Carlitos realizara su comunión el 4 de julio de 1954. Pero hay casas donde el nivel va más allá. En ciertas comuniones y bodas, la tarta de cortaba con un espadón toledano. Era una suerte si tu padre o tu abuelo lo pedía como recuerdo y te lo regalaban. Ahora o lo utilizas para espantar okupas y te metes en un lío o no te sirve ni para empeñarlo.