El arte de responder preguntas impertinentes fulminando a la otra persona

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Si abriste este artículo es porque estás experimentado una situación desagradable con una persona de tu trabajo o de tu familia que no se cansa de decirte palabras irónicas y preguntas impertinentes que subestiman tu capacidad para laborar y de resolver cosas. Lo detestable de todo es que piensas en responderle de inmediato con algo que también lo afecte y nada viene a tu mente, pues eres de las personas que siempre mira el lado positivo de las cosas.

Cuando estás en tu casa, de repente llega la respuesta indicada a lo que te dijo y ¡ya para qué!, si es demasiado tarde. Así pasan los días soportando ese tipo de agresiones y parece que tu mente queda en blanco. A veces intentas buscar apoyo en tus compañeros, pero estos secundan al bromista, no se puede ocultar que el chico tiene gracia para decir las cosas. Responder preguntas impertinentes es un arte y como todo se practica, se han recopilado algunos consejos para volverte todo un maestro de las respuestas, regidos por un artículo del diario BBC News. Ahora sí, dile adiós a comentarios como «se te va a explotar el cerebro de tanta inteligencia»

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Tragarse el orgullo

el orgullo en las preguntas impertinentes

Paul precisó que una de las técnicas que tampoco falla para hacer frente a preguntas impertinentes, es tragarse el orgullo y hacer que la otra persona quede bien. Generalmente se aplica en individuos que poseen jerarquía, por ejemplo: un jefe. Cuando te pregunte de forma irónica, ¿sugieres algo mejor?, en un buen todo dirías «ya veo que tienes buenas ideas, pero creo que podríamos hacer las cosas mejor».

Si no se usa el tono adecuado para decir lo expresado con anterioridad, podrías iniciar una batalla campal con tu jefe y no se quiere eso. Muchas veces no es lo que digas sino cómo lo digas.