El Ayuntamiento reabrirá los locales sociales y centros cívicos a partir del lunes bajo un protocolo de uso para garantizar la seguridad

Los interesados deberán comunicar los detalles de la actividad que deseen celebrar al Distrito quien autorizará la cesión del espacio

El lunes 22 de junio estarán a disposición de los vecinos que lo soliciten ocho de estos espacios

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria empezará a reabrir de forma progresiva a partir del próximo lunes 22 de junio los locales sociales y centros cívicos de la capital grancanaria, tras establecer un estricto protocolo para su uso y acceso. El objetivo es que los ciudadanos puedan disfrutar de estos espacios con todas las medidas sanitarias recomendadas para evitar la propagación de la COVID-19.

“Con este conjunto de normas volvemos a poner a disposición de los vecinos estos centros imprescindibles para fomentar la vida social del barrio. Los usuarios podrán continuar celebrando actividades formativas, culturales y de entretenimiento pero de forma segura y con las garantías adecuadas para proteger su salud”, resaltó el concejal de Participación Ciudadana, Prisco Navarro, tras una reunión con representantes de asociaciones de los cinco distritos a quienes desgranó el nuevo protocolo.

De esta manera, la próxima semana los ciudadanos podrán solicitar espacios en las sedes de Suárez Naranjo, La Ballena, San Lorenzo, El Batán, plaza Santo Domingo, San Francisco de Paula, Pepe Dámaso, Inés Chemida y la Casa de la Cultura de Tamaraceite.

Medidas preventivas anti-COVID19

El Consistorio ha instalado en todos los espacios la señaléctica oportuna para regular el tránsito y ha dotado cada local con dispensadores de gel hidroalcohólico y material de limpieza y desinfección. Además, se ha diseñado un plan de aforo máximo que permita mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros.

Los ciudadanos que deseen organizar alguna iniciativa, deberán de forma previa, que facilitar a los Distritos una comunicación en la que se detalle el tipo de actividad, fechas y horarios, así como los datos de los participantes. Una vez autorizada la actividad, el organizador deberá firmar un compromiso por el que debe respetar los diferentes preceptos recogidos en el protocolo y en toda la normativa relacionada con la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

Entre ellos, la inclusión, en el plan de la actividad que se pretende desarrollar, de un tiempo para llevar a cabo la ventilación, limpieza del espacio y materiales empleados, así como para evitar la coincidencia y aglomeración de usuarios en el local y alrededores. Esta desinfección deberá hacerse especialmente en las superficies que se tocan con frecuencia (pomos, pasamanos, teclados…).

Con el objetivo de controlar que el aforo máximo no sea superado, los integrantes de la actividad deberán firmar a la entrada y la salida del centro. Dichas firmas serán custodiadas por el organizador durante al menos seis meses.

De esta manera, los participantes deberán llevar mascarilla siempre y cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad, teniendo en cuenta especialmente la zona de acceso y salida, así como los espacios comunes de zona de tránsito y baños.