Cae en Torrevieja una banda que había montado un ‘chiringuito financiero’ para estafar y lavar dinero negro

La Guardia Civil ha desarticulado una banda, asentada en Torrevieja (Alicante), que había montado un ‘chiringuito financiero’ que se dedicaba a blanquear dinero negro y a estafar a particulares con falsas inversiones en Bolsa.

Según informó este martes el Instituto Armado, en el marco de la ‘operación Torself’ se detenido a 8 personas y se ha investigado a otras 7 como presuntas autoras de los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, estafa, falsedad documental y delito contra la hacienda pública.

La trama ha estafado a cerca de 250 personas una cantidad estimada de unos 10 millones de euros, aunque la cantidad exacta todavía está pendiente de cálculo. La capacidad de persuasión de la cabecilla del grupo hizo que algunas víctimas pidieran créditos para seguir haciendo las supuestas inversiones en Bolsa.

Se han realizado 7 registros en varias localidades de Alicante (Torrevieja, Callosa de Segura y Redován) y de Murcia (Murcia capital y Sucina). En ellos se han intervenido 192.525 euros (50.000 de ellos escondidos en un carrito de bebé, en la casa del cabecilla) y 34.600 francos. También, se ha procedido al bloqueo de 43 cuentas bancarias (18 de ellas cuentas de valores), que sumaban una cuantía total de 234.023 euros.

La operación se inició en febrero de 2019 tras la denuncia interpuesta por una entidad bancaria ubicada en Madrid, que se había visto perjudicada por esta organización delictiva, ya que habían utilizado su nombre como respaldo para captar nuevos inversores.

RENTABILIDADES DESORBITADAS

Asimismo, se detectó que la cuenta bancaria de una de las mercantiles sospechosas había transferido fondos por valor de un millón y medio de euros, lo que hizo presuponer que se trataba de un caso claro de blanqueo de capitales.

Después de una investigación que ha durado más de un año, la Guardia Civil ha podido constatar la existencia de una red integrada por más de 20 miembros, cuyo cabecilla tenía la función principal de invertir en Bolsa con el dinero aportado por terceras personas a sus supuestas empresas. El resto de miembros estaban encargados de captar nuevos inversores, entre sus conocidos y allegados, a cambio de un beneficio de un 3% a un 5% del capital invertido.

El anzuelo para conseguir estos inversores eran las altas rentabilidades que prometían, entre el 15 al 30% al mes, muy por encima del interés medio que se ofrece en el mercado tradicional. Después, para que creyeran que eran una empresa seria y segura, cumplían con los primeros pagos de los intereses, pero avanzado el tiempo y, especialmente, cuando lograban enganchar cantidades importantes, dejaban de pagarlos.

El cabecilla del grupo gozaba de tal poder de persuasión, que incluso logró que inversores estafados pidieran préstamos para invertir más dinero. A ellos, se les aseguraba que invirtiendo más, la recuperación del capital inicial sería más rápida. Sin embargo, algunos de ellos han acabado totalmente endeudados, como es el caso de una señora que efectuó hasta 15 contratos, entre renovaciones y nuevas inversiones, por un millón de euros.

(SERVIMEDIA)