El exmayor de los Mossos d´Esquadra Josep Lluis Trapero se amparó en la falta de efectivos para justificar la actuación del cuerpo durante el asedio a la sede de Economía el día 20 de septiembre de 2017. La primera hora de declaración del acusado se basó en lo sucedido ese día. El interrogatorio del fiscal se centró en demostrar que hubo falta de colaboración deliberada con la Guardia Civil, mientras que Trapero insistió una y otra vez en que la protesta no estaba prevista y en que no disponía de efectivos para hacer frente a las demandas de la Benemérita.
Concretamente, el fiscal Miguel Ángel Carballo preguntó a Trapero sobre las reiteradas peticiones de ayuda de la Guardia Civil a lo largo del día para poder realizar el registro en la sede y la posterior salida de los agentes y su acceso a los vehículos.
El exmayor de los Mossos defendió que el hecho de que su respuesta a las demandas de la Guardia Civil para perimetrar la consellería de Economía “no fuera satisfactoria” para los mandos de la Benemérita “no significa que se pudiera hacer”.
“Si hubiese sido una manifestación planificada”, continuó, “habríamos podido tener 50 furgonetas” pero no fue así y además “se nos demandaban cordones en 10 o 15 lugares distintos, incluso fuera de Barcelona”. De hecho, desveló, que ante la falta de efectivos se retiraron «las unidades de prevención del terrorismo” para dedicarlas a los incidentes del 20 de septiembre.
“¿NOS EQUIVOCAMOS?”
Preguntado por el momento en que periodistas y manifestantes se encaramaron a los coches de la Guardia Civil, Trapero aseguró que “estábamos ante un día excepcional, con 40 puntos en los que eran necesarios recursos de orden público». «Optamos por un tipo de intervención que no se nos fuera de las manos. ¿Nos equivocamos? No lo sé. Fue nuestra opción. Supuso cosas que no me gustan. Por supuesto, pero fue así», indicó.
El fiscal preguntó también sobre la intervención del expresidente de ANC Jordi Sànchez en tareas de mediación. Trapero explicó que sabía que era él ya que le conocía “de una o dos reuniones porque había sido el segundo responsable del Síndic de Greuges».
Ya en la jornada del 20 de septiembre, continuó explicando, Sànchez le llamó ofreciendo una mediación entre Xavier Vidal, representante de ANC en la concentración, y algún mando de los Mossos en el lugar de los hechos. «No es extraño porque los Mossos apostamos por la mediación en casos de concentraciones. Es una manera habitual de trabajo del cuerpo».
Preguntado por el fiscal Carballo sobre si tuvo conocimiento de los llamamientos de Sànchez en redes sociales para que la gente acudiera a protestar y la incongruencia que podría significar recurrir a él como mediador, Trapero aseguró no conocer los tuits del exresponsable de la ANC, pero insistió en que siempre hay que mantener la interlocución con los manifestantes para evitar situaciones de riesgo.
Trapero también tuvo que explicar por qué aceptó un cordón hecho por voluntarios de la ANC por el que sólo se podía circular a pie. El fiscal llegó a preguntarle si fue una de las condiciones de Sànchez para permitir la salida de la comisión judicial de Economía. “Sànchez no impuso ninguna condición a la policía. El señor Sànchez no es nadie para imponer nada y no lo intentó al menos cuando habló conmigo», respondió molesto.
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