El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía española crezca un 1,6% tanto en 2020 como en 2021, lo que supone una rebaja de dos décimas para el presente ejercicio y de una décima en el próximo respecto a sus anteriores estimaciones.
Así consta en su última actualización de las ‘Previsiones de la economía mundial’, presentado este lunes en Davos (Suiza), donde se celebra la edición número 50 del Foro Económico Mundial.
Según dicho informe, la economía española mantendrá su crecimiento por encima de la media de la zona euro, para la que el FMI estima un 1,3% en 2020, una décima menos que en su anterior previsión, y del 1,4% en 2021.
De esta forma, el FMI prevé que la desaceleración económica se detenga para España en 2021, manteniendo un crecimiento del 1,6% tanto este año como el siguiente, después de haber crecido un 2,4% en 2018 y un 2% en 2019, mientras que para la zona euro espera que el crecimiento se acelere desde el 1,2% de 2019, siete décimas menos que en 2018.
En concreto, para Alemania el organismo prevé un crecimiento del 1,1% en 2020 y del 1,4% en 2021, frente al 0,5% de 2019, mientras que para Francia calcula que el crecimiento se mantenga en el 1,3% en 2019, 2020 y 2021. Para Italia, la estimación es del 0,5% este año y del 0,7% el próximo, tras el 0,2% de 2019.
En el caso de España, el organismo señala que la rebaja se debe “a las secuelas de una desaceleración más marcada de lo previsto de la demanda interna y de las exportaciones en 2019”.
Esta previsión de que la desaceleración de la economía española cese en 2021 coincide con la publicada la semana pasada por BBVA Research, que estima un crecimiento del 1,6% en 2020 y del 1,9% en 2021, influida por la mejora de la economía de la zona euro.
ECONOMÍA MUNDIAL
A nivel mundial, el FMI calcula que la economía acelerará su crecimiento del 2,9% de 2019 a un 3,3% en 2020 y un 3,4% en 2021. Sin embargo, estas previsiones suponen una rebaja de una décima en el dato de 2020 y de dos décimas en la de 2021.
Según el informe del FMI, esta revisión a la baja se debe principalmente “a resultados inesperados negativos de la actividad económica en unas pocas economías de mercados emergentes, en particular India, que dieron lugar a una revaluación de las perspectivas de crecimiento correspondientes a los próximos dos años”.
Sin embargo, por el lado positivo, el organismo destaca que “la actitud de los mercados se ha visto estimulada por indicios de que la actividad manufacturera y el comercio internacional están llegando a un punto de inflexión, por una reorientación general hacia una política monetaria acomodaticia, por noticias intermitentemente favorables acerca de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China”. Además, prevé “menores temores de que se produzca un Brexit sin acuerdo”.
En cualquier caso, advierte que “los riesgos a la baja siguen siendo importantes, e incluyen la agudización de las tensiones geopolíticas, particularmente entre Estados Unidos e Irán, el aumento del malestar social, un nuevo empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y sus socios comerciales, y una profundización de las fricciones económicas entre otros países”. En este sentido, añade que “la materialización de estos riesgos podría provocar un rápido deterioro” que se traduciría en “una caída del crecimiento mundial por debajo del nivel de base proyectado”.
Por todo ello, el FMI considera “indispensable” lograr “una cooperación multilateral más sólida y una combinación más equilibrada de políticas”. “Es necesaria una cooperación transfronteriza más estrecha en diversos ámbitos, para subsanar los problemas con el sistema comercial basado en reglas, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y apuntalar la arquitectura tributaria internacional”, agrega.
Por su parte, el FMI prevé que la economía de Estados Unidos crezca un 2% en 2020 y un 1,7% en 2021, continuando la desaceleración tras crecer un 2,9% en 2018 y un 2,3% en 2019.
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